Cuando llevamos ya varios días de la operación denominada “Margen protector” por el el gobierno de Israel, una de las piezas clave que hemos visto actuar en esta operación militar ha sido la llamada “Cúpula de Hierro”, el sistema de defensa anti-misiles que el ejercito utiliza para interceptar los cohetes lanzados desde la franja de Gaza que supongan un riesgo para sus ciudadanos.
Estamos ante un mecanismo de defensa que resulta vital para la defensa de un territorio en constante conflicto como es Israel. Por eso es llamativo que justo ahora se desvele el robo de documentos relacionados con este mecanismo de defensa, información que ha sido desvelada por la empresa de seguridad CyberESI.
Según los datos proporcionados por esta investigación y que han sido extensamente comentados por el blogger especializado en seguridad informática Brian Krebs, todo apunta a que estas intrusiones en tres de las empresas contratadas por el gobierno de Israel se realizaron desde China, lo que añade una muesca más a las acciones de espionaje supuestamente realizadas desde el gigante asiático.
¿Que es y cómo funciona la “Cúpula de Hierro”?
La “Cúpula de Hierro” es un sistema de misiles capaces de detectar e interceptar cohetes y proyectiles de artillería lanzados contra objetivos en territorio de Israel. Actualmente consta de varias plataformas de lanzamiento de estos misiles y, en el conflicto actual, fuentes militares afirman haber conseguido destruir un 90% de los proyectiles con riesgo de alcanzar zonas habitadas.
Este sistema, desplegado por primera vez en marzo de 2011, es capaz de discriminar los proyectiles que realmente supongan una amenaza calculando su lugar de impacto. Entre los elementos que componen cada una de estas baterías de misiles encontramos un centro de control, un radar y tres lanzadores con 20 misiles cada uno. Cada uno de estos misiles es capaz de interceptar cohetes y obuses lanzados a una distancia de entre 4 y 70 kilómetros. El mayor inconveniente de este avanzado sistema de defensa es su alto coste ya que cada uno de los misiles cuesta 50.000$.
En un vídeo publicado por el diario británico “The Telegraph” podemos ver explicado su funcionamiento en tan solo 60 segundos.
¿Quien, cómo y porqué se produjo el robo de esta información?
Una vez hemos comprendido la importancia y la avanzada tecnología de este sistema de defensa, no es de extrañar que haya interés por parte de gobiernos, empresas o simples individuos de conocerlo con más detalle. Aquí entramos en la fase realizada supuestamente por expertos chinos pertenecientes a un grupo patrocinado por su gobierno y que responde al nombre de “Comment Crew”. Algunos de los miembros pertenecientes a este grupo están en busca y captura por el FBI desde el pasado mes de mayo.
Según el informe realizado por CyberESI, los tres contratistas del gobierno de Israel afectados por el robo de esta información serían Elisra Group, Israel Aerospace Industries y Rafael Advanced Defense Systems. Las intrusiones en sus sistemas se habrían producido en las fechas comprendidas entre el 10 de octubre de 2011 y el 13 de agosto de 2012 y se habrían obtenido información relacionada con los misiles Arrow III, vehículos aéreos no tripulados (drones), cohetes balísticos y todo tipo de documentos técnicos dentro del mismo área de desarrollo de armamento.
Aparentemente, el método para conseguir acceder a los sistemas de estos tres contratistas consistió en utilizar correos de phishing especialmente elaborados y dirigidos, suponemos que orientados al robo de credenciales que permitieron a los atacantes acceder a la información confidencial que querían obtener.
¿Puede el robo de esta información afectar al conflicto actual?
A estas alturas y sabiendo que la información acerca de este sistema de defensa puede llevar filtrada más de dos años, dudamos mucho que la información publicada afecte al desarrollo del conflicto entre Israel y los palestinos de la franja de Gaza. Es más que probable que la finalidad haya sido robar la avanzada tecnología de la que disponen las tres empresas afectadas al trabajar en un área en constante avance y desarrollo como es la industria armamentística, de la cual es Israel es una potencia mundial.
El robo de información confidencial entre empresas y gobiernos no es algo nuevo y llevamos muchos años analizado varios casos de espionaje que tienen como finalidad obtener una ventaja estratégica, económica o militar frente a otros países, incluso aliados, tal y como hemos visto desde el pasado año tras las revelaciones de Snowden.
Es de suponer que este incidente quede como uno más en la larga lista de robos de información confidencial entre países, en los que China siempre suele aparecer, aunque no sea, ni mucho menos, la única potencia que realice tales actividades.
Conclusiones
Una vez más comprobamos que el robo de información es una de las áreas en las que varios gobiernos invierten más recursos. La posibilidad de obtener una ventaja sobre otros países es una tentación demasiado buena como para dejarla pasar. Por desgracia, como ciudadanos solemos estar atrapados en esta espiral de espionaje e incluso podemos convertirnos en víctimas sin saberlo.
No cabe duda que la masificación del uso de las redes de comunicación y todo tipo de dispositivos que se conectan a ellas nos ha facilitado mucho la vida per a su vez nos ha vuelto más vulnerables frente a estos ataques que ponen en riesgo nuestra información privada. No hace falta ser un contratista militar de una potencia mundial para estar en el punto de mira de agencias y gobiernos.
Por suerte, como usuarios, también contamos con herramientas que, bien utilizadas, nos permiten proteger nuestra privacidad de manera muy eficaz. La utilización de redes privadas virtuales, navegadores configurados para realizar una navegación realmente privada (o usando TOR) y sobre todo, evitar proporcionar más información de la deseada junto a unas políticas de seguridad adecuadas son nuestros aliados a la hora de mantener una vida digital o incluso los negocios de una empresa alejados de miradas indiscretas.