No, no voy a hablar del tema de las fotos robadas a las famosas, mi compañero Josep Albors ya lo ha hecho mucho mejor de lo que yo podría hacer. Ni pienso hacer valoraciones morales del contenido de las fotos. Como dijo Serrat, «cada quien es cada cual y baja las escaleras como quiere», se hace las fotos que le da la gana, con la ropa que le da la gana y las guarda donde le da la gana.
Pero es que hay un detalle importante que suele pasar desapercibido a la hora de compartir información con los demás. Todos sabemos que una frase dicha de una determinada manera puede ofrecer mucha más información de la que esperábamos. Recomiendo la lectura de “Nueve millas bajo la lluvia”, un delicioso cuento de detectives de Harry Kemelman.
En todos los documentos suele generarse una cantidad de datos que no sospecharíamos. Pongamos por caso, aprovechando el Mundial de Baloncesto. Tengo dudas acerca de las reglas de baloncesto de la FIBA, que eso de los “pasos de salida” no me ha quedado claro. Acudo a la página web de la Federación Española de Baloncesto, y descargo un PDF con las reglas. Pero sigo sin aclararme, necesito que alguien me dé más información.
Así que llamo a la federación y pregunto. Pero la amable señorita que me atiende no sabe, y no sabe quién puede ayudarme. Evidentemente, en la federación no están para dar clases de baloncesto a nadie. Pero sin embargo, si miro en las propiedades del PDF que he descargado, descubro que Juan Pedro Morales tradujo el documento el 2 de julio de 2012 (a todo esto, lo hizo en Microsoft Word 2010). Quizá si llamo y le pregunto a él, consiga más información.
En una fotografía también existen una serie de metadatos que informan de muchas circunstancias de la foto. Dentro de un simple fichero JPG puede haber datos sobre la fecha y la hora de la fotografía (no del fichero, que puede ser distinta), qué cámara hizo la fotografía y su configuración, el copyright y…. ¡dónde se hizo la foto!
Muchos teléfonos móviles, por el simple hecho de tomar la foto, añaden la geolocalización de la imagen, es decir, dónde se tomó. Es interesante en algún caso, pero si eres un famoso (o no) y te haces selfies en tu casa con el móvil, estás diciendo:
- Qué móvil tienes, con su sistema operativo. Así que si tiene algún problema de seguridad, podría intentar algún ataque para conseguir la información del teléfono.
- Dónde vives. Simplemente buscando las coordenadas geográficas de la foto, encontraré tu casa.
- Qué días y a qué horas estás en casa. Tan sencillo como mirar cuándo se ha hecho la foto.
Muchos pensarán que da igual, que esa información no es importante, que afecta a los famosos nada más… hasta que nos pongamos a pensar en las fotos que hacen los menores con el móvil y la trazabilidad de la vida del menor. Un amigo me dijo hace poco: “Mi hija ha perdido el móvil, he dado de baja la línea, y total, solamente tenía fotos”. Casi nada. Sin un sistema de borrado remoto, la niña está contando muchas cosas de su vida. Menos mal que todos tenemos un antirrobo con borrado remoto de la información del móvil… ¿o no?