10 situaciones terroríficas que conviene evitar al navegar por Internet

Se acerca la celebración de Halloween, o Samaín para los lugares con raíces celtas, y no hay niño al que no le guste pasar miedo en esta tétrica noche, ni ciberdelincuente dispuesto a dejar pasar la oportunidad de sacar tajada. Por eso, aprovechamos la celebración de la víspera de Todos los Santos para repasar las diez amenazas más terroríficas que pueden afectar a nuestros dispositivos, ya sean portátil, PCs de sobremesa, móviles o incluso una nevera.

Sabemos que los ciberdelincuentes aprovechan cualquier excusa para propagar sus amenazas. Las festividades como Halloween son una de sus fechas preferidas, y aunque en España esta fiesta aún no está muy arraigada, sí debemos estar alerta.

Los criminales suelen disfrazar sus acciones en forma de contenidos lúdicos, utilizando para ello ingeniería social para engañar a los usuarios. Evidentemente, ¿quién se va a resistir a ver un divertido vídeo de Halloween cuando se acerca el 1 de noviembre? Eso sí, lo que suele suceder es que dicho vídeo no es tal y siempre solicita que se descargue algo para poder verlo, y ese algo, habitualmente contiene un código malicioso.

Ojo también con las redes sociales en estas fechas, también han ayudado a que estos engaños y amenazas se propaguen de forma más rápida; aunque esto es algo que desgraciadamente sucede durante todo el año.

Los sustos más comunes que pueden afectar a cualquier usuario con dispositivos conectados a Internet, en Halloween y durante el resto del año son:

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  • Que te bloqueen archivos. A día de hoy, el ransomware es una de las amenazas informáticas que más preocupan a los usuarios españoles. Consiste en un secuestro de la información corporativa que pide un rescate para recuperar datos confidenciales de clientes y proveedores y ha sido uno de las amenazas que más se ha propagado en España en los últimos meses, aunque lleva años presente.
  • Que consigan tus contraseñas desde las redes sociales. Recibir cupones con descuentos en empresas como Zara, Mercadona o Starbucks no siempre sirven para comprar ropa, comida o un café: a veces esconden un intento de conseguir las credenciales de las redes sociales de la víctima y de sus amigos para ser utilizadas con fines diferentes o para ser comercializadas a terceros.
  • Que accedan a tu información personal. A veces somos víctimas de ataques a terceros que no salvaguardan nuestros datos de forma correcta. Por ello, es importante que exijamos a las empresas a las que les cedemos nuestros datos (el supermercado con las tarjetas de fidelización o el banco con la cuenta corriente, entre otros) que cuenten con las políticas de seguridad necesarias.
  •  Que se hagan con tus claves financieras. El mensaje es claro: nunca un banco va a solicitar las claves de usuario a un cliente. Por ello, es importante desconfiar de cualquier mensaje, ya sea email, SMS, mensaje de WhatsApp o de redes sociales que solicite urgentemente cualquier acción relacionada con la información personal y financiera. Recibir una comunicación que aparentemente parece del banco no quiere decir que realmente lo sea.
  •  Que pierdas el móvil. El teléfono móvil se ha convertido en el centro de la vida de muchas personas: ya prácticamente ni siquiera se usa para llamar y, sin embargo, contiene mucha información personal o incluso profesional muy interesante para los delincuentes, por lo que conectar el dispositivo a un teléfono “amigo” o a un ordenador desde el que se pueda bloquear de forma remota o incluso borrar su contenido se ha convertido en imprescindible.
  •  Que entren en tus datos corporativos. En las empresas, la seguridad debe ir un paso más allá, especialmente por la necesidad legal de proteger los datos y la privacidad de los clientes. En este sentido, las funciones de cifrado avanzado pueden ayudar a aquellos particulares y empresas que requieran de protección avanzada.
  •  Que te graben desde la webcam. Las cámaras web de los ordenadores o las cámaras de los móviles pueden ser atacadas de forma directa por los delincuentes (igual que cualquier otro periférico, como la impresora) y, por eso, es necesario actualizar de forma cotidiana los programas más utilizados para no ser grabados.
  • Que tus hijos hagan de las suyas. Los ordenadores y los teléfonos se han convertido en un entretenimiento para los más pequeños, así que es importante que realicemos copias de seguridad o que bloqueemos el acceso a ciertas aplicaciones o carpetas. Además, para los dispositivos que puedan utilizar los niños, se recomienda contar con herramientas de control parental que reduzcan el tiempo de uso, gestionen el envío de mensajes obligatorios, sólo permitan contactar con las personas incluidas en la agenda o sólo se realicen descargas seguras.
  •  Que infecten tu router, la nevera, la cafetera… o el coche. El Internet de las Cosas ha llegado para quedarse y ahora mismo casi cada aparato que tenemos en casa, wearables, etc está conectado a Internet… y como todo lo que está conectado a Internet, es susceptible de ser atacado. Puede parecer poco interesante saber qué uso damos a la cafetera, pero el hecho de registrar todo lo que hacemos en la vida cotidiana genera una serie de datos sobre nuestros hábitos y estilos de vida que pueden estar siendo utilizados por aplicaciones o terceros, y en muchos casos compartidos sin que seamos conscientes de lo que está pasando.
  • Que te roben tu cuenta de Steam, Origin, Uplay o los objetos de tu juego online favorito. Los ciberdelincuentes demuestran su interés por los videojuegos, dado que es un sector que mueve mucho dinero. Con el auge del juego online y los servicios en la nube de las empresas desarrolladoras, las víctimas potenciales son elevadas.

Contar con unas soluciones de seguridad actualizadas en cada dispositivo es imprescindible, aunque lo más importante es siempre utilizar el sentido común.

 

 

Ataques a gestores de contraseñas consiguen obtener las claves de sus usuarios