Los videojuegos son ahora tan populares que el número de jugadores en todo el mundo superó los 3.000 millones el año pasado. El auge va mucho más allá de las videoconsolas y las plataformas de juego más reconocidas, como PlayStation, Xbox o Nintendo Switch, ya que los videojuegos han llegado a los ordenadores y directamente a nuestros bolsillos a través de los smartphones.
“Desde jugar de forma casual hasta el auge de los , está claro que los videojuegos han llegado para quedarse. Aunque el tiempo sedentario que pasan los niños frente a las pantallas sigue siendo una de las principales preocupaciones de los padres, los videojuegos también tienen beneficios muy reales”, declara Josep Albors, director de investigación y concienciación de ESET España.
En este sentido, desde ESET, la compañía líder en ciberseguridad, repasamos cómo los videojuegos ayudan a los niños a aprender habilidades valiosas, y cómo pueden jugar de una forma segura.
Las habilidades estimuladas a través de los videojuegos
1. Habilidades sociales
Con la aparición de los juegos online, la interacción entre los jugadores ha alcanzado nuevos niveles. Mientras que hace unos años los niños iban al colegio entusiasmados para hablar de sus colecciones o logros deportivos, ahora juegan a videojuegos con amigos y gente de todo el mundo. Las funciones de chat del juego permiten una interacción social real, lo que fomenta las habilidades de comunicación y colaboración, además de enseñar a trabajar eficazmente en grupo. Y mientras que antes las relaciones sociales se limitaban al campus escolar, ahora los niños pueden hablar con gente de todo el mundo, descubrir nuevas realidades fuera de sus burbujas, dar sus primeros pasos en el aprendizaje de nuevos idiomas o tomar conciencia de diferentes orígenes culturales.
2. Autoconciencia
Muchos estudios que examinaron el estado de ánimo y el estrés de las personas observaron mejoras significativas al jugar a videojuegos, en comparación con tomarse un descanso pasivo, navegar por Internet o realizar una actividad de relajación, según la revista revisada por expertos Games for Health Journal. Además, los videojuegos pueden dar una sensación de cumplir con un objetivo. Los niños pueden aprender las ventajas de realizar tareas, la importancia de la organización y la planificación, y cómo el aprendizaje de nuevas habilidades puede llevarlos a obtener mejores resultados y recompensas. Los padres y cuidadores pueden utilizar el videojuego como analogía de cómo aprender otras materias y mostrar por qué la acumulación de conocimientos genera confianza y prepara a una persona para el futuro.
3. Habilidades cognitivas
No es de extrañar que los niños se queden pegados a la pantalla cuando juegan. Esto se debe a que los videojuegos suelen requerir una concentración extrema, reacciones en fracciones de segundo y una rápida toma de decisiones, lo que les permite detectar y reaccionar mejor a los cambios de su entorno. Al mismo tiempo, tener que recordar imágenes, personajes y pasadizos secretos, así como navegar por mapas, ayuda a mejorar la memoria y la atención a los detalles. Del mismo modo, hay pruebas de que algunos juegos, como Minecraft, son ideales para inducir la creatividad.
4. Capacidad de resolución de problemas
Los videojuegos son una forma estupenda de mejorar la capacidad de resolución de problemas y aprender a utilizar la lógica y la creatividad para dar con las soluciones necesarias para avanzar a los siguientes niveles. Por un lado, los juegos pueden ayudar a los niños a aprender a dividir los problemas en partes más pequeñas y a trabajar de una en una. Esta puede ser una excelente manera de ayudar a los niños a comprender cómo se pueden gestionar problemas complejos, así como a identificar similitudes situacionales y aplicar soluciones anteriores para resolver nuevos problemas, y convertirse en «pensadores computacionales» consumados en el proceso.
5. Capacidad de razonamiento
Comprender cómo se leen los datos, cómo funcionan las distintas herramientas y cómo se leen las diferentes métricas son habilidades valiosas que ayudan a los niños a entender el mundo que les rodea. En la sociedad actual, empapada de datos, aprender a dar sentido a la gran cantidad de información que nos rodea, fomentar conexiones significativas, aplicar juicios sensatos y construir argumentos convincentes será muy útil para tus hijos a lo largo de toda su vida. De hecho, el pensamiento crítico astuto es una habilidad fundamental para la vida y, junto con las demás habilidades y aptitudes enumeradas anteriormente, les pondrá en el buen camino para convertirse en adultos seguros de sí mismos y responsables.
Los niños solo deben jugar bajo la supervisión de un adulto
Aunque se trata de habilidades estupendas para aprender, no son suficientes para justificar que se dé luz verde a los niños para que jueguen cuando y como quieran. “Hay algunas cosas que los padres y tutores deben tener en cuenta: por ejemplo, si un juego concreto es apropiado para su edad e, independientemente de la edad del niño, cómo afecta el juego a su rendimiento escolar, sueño, uso del tiempo fuera de la pantalla y comportamiento”, comenta Albors. De hecho, te comentamos algunas reglas que pueden ayudarte a responder a estas preguntas:
- Cuando compres un videojuego a tu hijo, comprueba la clasificación PEGI (Guía Paternal sugerida), o equivalente según la región.
- Evita los juegos con compras dentro de la aplicación, ya que abusan de los trucos de marketing y permiten a los jugadores saltarse el aprendizaje de habilidades basado en la progresión del juego simplemente comprando su camino hacia niveles más avanzados.
- Aunque puedes dar a tus hijos un poco de intimidad a medida que se convierten en adolescentes, imponles que solo jueguen en las zonas comunes de la casa. Así podrás supervisar su comportamiento. No obstante, recuerda que no debes vigilarlos constantemente; en lugar de eso, intenta crear relaciones de confianza y permítete aprender e incluso jugar a los mismos juegos con ellos.
- Acuerda de antemano las horas de juego y su duración. Así, los niños también aprenderán a planificar su tiempo como quieran. Y como los videojuegos también son actividades sociales, podrán ponerse al día con los amigos.
- Desactiva las notificaciones de los juegos cuando no sea la hora de jugar y configura controles parentales en consolas como PlayStation, Xbox o Nintendo Switch, así como en los teléfonos de tus hijos.
- Háblales de cómo mantenerse seguros en Internet, qué es el ciberacoso, de los tipos de estafas que pueden encontrarse y de que no todo el mundo que conocen en Internet es tan bondadoso como esperan.
Los videojuegos no son solo cosa de niños
Los beneficios y consejos en torno a los videojuegos que se comentan en este post no solo se aplican a los niños, sino también a los adultos. Los juegos no son solo cosa de niños, ya que muchos millennials han crecido sin perder nunca la sensación de diversión y emoción que les produce pasar un buen rato jugando. De hecho, jugar a videojuegos de acción durante un breve periodo de tiempo puede mejorar la visión espacial y la atención visual en algunos adultos con deficiencias visuales, como los que padecen del llamado «ojo vago», y los médicos incluso juegan antes de las cirugías para mejorar sus técnicas.
Así que, tengas la edad que tengas, elige un videojuego apropiado para tu edad, ¡y disfruta!
Post en inglés André Lameiras