Las cámaras de seguridad se han convertido en un elemento que, gracias a los avances tecnológicos, cualquiera puede tener en su vivienda. La llegada del Internet de las Cosas (IoT) ha creado un nuevo e importante mercado para los fabricantes de dispositivos como timbres y monitores de bebés, así como sistemas más sofisticados para toda la propiedad. Conectados a las redes Wi-Fi domésticas, estos dispositivos permiten a los propietarios ver imágenes de vídeo en directo, grabarlas para más tarde y recibir alertas cuando están fuera de casa.
Sin embargo, estas mismas características también pueden exponer a los hogares a nuevos riesgos si la cámara se ve comprometida y/o se filtran las imágenes. No todos los proveedores de estos dispositivos prestan tanta atención a la seguridad y la privacidad como deberían. Eso pone en cuestión que es fundamental que, antes de adquirir una cámara de seguridad, hay que hacerse unas cuantas preguntas. Desde ESET proponemos las siguientes:
- ¿Realmente necesito una cámara de seguridad?
En primer lugar, lo más importante es decidir si una cámara de seguridad doméstica es realmente necesaria o si solo te interesa tener una porque todo el mundo parece hacerlo. Parte de este proceso de toma de decisiones puede consistir en averiguar qué tipo de configuración se debe adquirir, si necesitas un sistema completo de cámaras de circuito cerrado (CCTV) que requiera una instalación profesional, o una cámara conectada más económica que pueda ponerse en marcha rápidamente y se controle mediante una aplicación de móvil.
2. ¿Soy consciente de los riesgos de privacidad asociados a las cámaras de seguridad?
Esto es fundamental. Aunque las cámaras de seguridad para el hogar están pensadas para proteger a la familia, tener una podría, de hecho, poner a la familia en mayor riesgo. En el peor de los casos, los ciberdelincuentes locales o en remoto podrían acceder a las imágenes en directo para espiar a los miembros de la familia o vigilar la propiedad para ver si está vacía.
Una de las formas en que los ciberdelincuentes podrían llegar a obtener esta información es accediendo a la red inalámbrica doméstica, quizás adivinando o forzando la contraseña del Wi-Fi. Sin embargo, un escenario más probable es un ataque en el que adivinen o descifren las contraseñas de sus cuentas o aprovechen una vulnerabilidad de firmware sin parchear.
3. ¿He comprobado la reputación del proveedor de la cámara?
Con tantos modelos en el mercado, merece la pena investigar la oferta y la reputación de los distintos proveedores. Si te tomas en serio la seguridad, querrás una marca de renombre con un sólido historial de fabricación de productos fiables y con buenas calificaciones de los consumidores en cuanto a seguridad y privacidad.
Debemos fijarnos en aspectos aspectos como la aplicación rápida de parches de seguridad, una política de contraseñas robusta, seguridad mejorada en el inicio de sesión y en que disponga de políticas de privacidad herméticas. Y si se requiere que los técnicos lleven a cabo la instalación, ¿cuánto acceso se les debe conceder? Como ejemplo, un técnico de seguridad doméstica estadounidense pudo espiar cientos de hogares durante un periodo de cuatro años y medio tras añadir su correo electrónico en la instalación.
4. ¿Soy consciente de lo que ocurre con las imágenes y los datos?
Otro elemento de riesgo potencial está relacionado con el propio proveedor. ¿Sabes si los datos de vídeo se almacenan in situ o en el centro de datos en la nube del proveedor? En su último informe de transparencia, Ring, propiedad de Amazon, afirmó haber entregado a las autoridades estadounidenses un volumen sin precedentes de las grabaciones de sus clientes el año pasado, incluso, en algunos casos, sin el consentimiento del propietario del dispositivo.
5. ¿Sé cómo proteger la cámara?
Una vez que conozcas los principales riesgos para la seguridad y la privacidad, vale la pena que te familiarices con lo necesario para garantizar que estos dispositivos funcionen de forma segura. Las contraseñas por defecto deben cambiarse siempre por otras credenciales robustas y únicas. Para mayor seguridad, utiliza la autenticación de dos factores siempre que esté disponible.
Además, los dispositivos deben actualizarse regularmente con el último firmware. Por ello, elige un proveedor de confianza con un historial de fabricación de dispositivos correctamente protegidos y de envío de actualizaciones de firmware. Desactivar la visualización remota de las grabaciones de vídeo ofrecerá una mayor tranquilidad y minimizará las posibilidades de que un ciberdelincuente acceda a ellas.
6. ¿Sé cómo configurar los ajustes correctos de la smart home?
No todo gira en torno a la configuración de la propia cámara. El router de tu casa es la puerta de entrada al hogar inteligente y podría ser una fuente de riesgo para la seguridad si no está bien configurado. Las funciones UPnP y de reenvío de puertos, que permiten a los dispositivos encontrar otros en la misma red, podrían ser secuestradas por los ciberdelincuentes para acceder a las cámaras inteligentes. Por ese motivo deberían estar desactivadas en el router, aunque esto pudiera impedir el funcionamiento de algunas aplicaciones y dispositivos.
7. ¿Sé cómo comprobar si la camara ha sido atacada?
Como se ha mencionado, puede ser difícil detectar si una cámara de seguridad ha sido atacada. Dos de las cosas a las que hay que prestar atención son los movimientos anormales de la cámara o las voces o sonidos extraños procedentes de ella. Si de repente no puedes iniciar sesión porque la contraseña de tu cuenta ha cambiado, tampoco es una buena señal.
Otra posible vía a tener en cuenta es el aumento del uso de datos o el bajo rendimiento. Si un usuario no autorizado accede al dispositivo, la cámara puede funcionar más lentamente debido a la limitación de la memoria y la potencia de la CPU. Sin embargo, esto no es una comprobación infalible, ya que también puede ser el resultado de algo más común como una mala conexión a Internet.
8. ¿Soy consciente del impacto en los demás?
La adquisición de una cámara de seguridad doméstica no sólo tiene que ver con tu propia seguridad y privacidad. También podría afectar a los derechos de tus vecinos, si una cámara capta imágenes de personas que se encuentran fuera de los límites de tu propiedad. Según el GDPR, estas personas también tienen derechos de privacidad que deben ser respetados. Es una buena idea colocar las cámaras de forma que se minimice cualquier intrusión y ser lo más transparente posible con los vecinos.
En definitiva, hay mucho que considerar antes de adquirir un sistema de seguridad para el hogar. Y, como en cualquier compra, cuanto más se investigue por adelantado, mejor.