Suele pasar: justo en el momento menos oportuno suele surgir un compromiso urgente que no puede esperar. Nuestro superhéroe no escapa a esta maldición que es la Ley de Murphy y no son pocas las veces en las que las ha pasado canutas para atender sus obligaciones mientras estaba realizando tareas más, digamos, mundanas. Veamos un ejemplo:
Como vemos, nadie se salva de atender sus obligaciones más comunes por muy superhéroe que sea.
¡Os esperamos la semana que viene con una nueva aventura de Cálico Electrónico!