El
primer error de muchos emprendedores es pensar que nadie se va a fijar en
ellos. Pero los ciberdelincuentes sí lo hacen. Las pequeñas empresas, los
autónomos y las startups están cada vez más expuestos a ciberataques
precisamente porque suelen tener menos defensas, menos recursos y más ventanas
abiertas al mundo digital. Con motivo del Día del Emprendedor, que se celebra
este 16 de abril, ESET, compañía líder
en ciberseguridad, lanza un mensaje claro: emprender también significa proteger
digitalmente lo que estás construyendo.
Las pequeñas empresas, los autónomos y las startups se han convertido en uno de los objetivos preferidos por los ciberdelincuentes. Y no por su tamaño, sino por sus debilidades. Según datos del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), solo en 2024, se gestionaron 97.348 incidentes de ciberseguridad, de los cuales más de 31.000 afectaron a empresas, incluidas pymes, micropymes y trabajadores por cuenta propia. Y el problema no se detiene ahí. Según el Informe Anual de Fraude en Empresas 2024-2025 de la Asociación Española de Empresas Contra el Fraude (AEECF), el 78% de las empresas ha sufrido un incremento en los intentos de fraude, con el canal online como vía principal en el 43,59% de los casos.
Desde ESET advierten que el desconocimiento no exime del riesgo: “A menudo se piensa que los ciberataques están dirigidos a grandes corporaciones, pero lo cierto es que los ciberdelincuentes suelen buscar precisamente a quienes tienen menos barreras de protección”, señala Josep Albors, director de investigación y concienciación de ESET España. “Además, la proliferación de técnicas de phishing, malware y fraudes en plataformas digitales subraya la necesidad urgente de fortalecer las medidas de ciberseguridad y adoptar soluciones avanzadas para proteger los sistemas empresariales”.
¿Por qué las pequeñas empresas están en el punto de mira?
Aunque las amenazas digitales son cada vez más sofisticadas, los ataques dirigidos a emprendedores suelen aprovechar debilidades muy básicas. ESET identifica cuatro factores clave que explican por qué los negocios más pequeños siguen siendo uno de los objetivos preferidos por los ciberdelincuentes:
1. Alta exposición digital: muchas herramientas utilizadas para hacer crecer el negocio, como plataformas de pago, comercio electrónico, correo corporativo o banca online, pueden convertirse en puertas de entrada para ataques si no están debidamente protegidas.
2. Dispositivos compartidos: es habitual que autónomos y pequeños emprendedores utilicen el mismo equipo para su vida personal y laboral, lo que eleva los riesgos si no se aplican medidas básicas de protección.
3. Falta de recursos técnicos: La mayoría de emprendedores no cuenta con personal dedicado a la ciberseguridad ni con una estrategia clara de prevención.
4. Falsa sensación de seguridad: El uso de herramientas conocidas o gratuitas puede generar una confianza excesiva. Sin una revisión periódica de configuraciones, actualizaciones y accesos, estos entornos pueden ser fácilmente explotados.
Cinco claves para proteger tu negocio desde el primer día
Desde ESET recuerdan que la ciberseguridad no tiene por qué ser compleja ni costosa al empezar. Estos son algunos pasos esenciales que pueden ayudar a reducir riesgos de forma inmediata:
1. Empieza por lo básico: Mantén el sistema operativo y el software siempre actualizados. Muchas amenazas aprovechan vulnerabilidades ya conocidas.
2. Protege tus dispositivos con soluciones de seguridad: Un buen antivirus, firewall y protección frente al ransomware puede marcar una gran diferencia.
3. Gestiona bien tus contraseñas: Usa contraseñas robustas y diferentes para cada servicio. Valora utilizar un gestor de contraseñas desde el principio.
4. Separa lo personal de lo profesional: Evita usar los mismos dispositivos y cuentas para ambos ámbitos. El aislamiento es clave para contener riesgos.
5. Forma parte del hábito emprendedor: Haz de la ciberseguridad un proceso más del negocio. Revísala periódicamente, aunque tu empresa sea pequeña.
Más allá de los aspectos técnicos, proteger los sistemas informáticos, la información financiera o los datos de clientes es una cuestión de continuidad del negocio y confianza. Un solo ataque puede paralizar la actividad durante días, comprometer la reputación de la marca y generar pérdidas difíciles de asumir para una empresa en fase inicial. “Porque emprender no es solo tener una buena idea: también es saber protegerla desde el primer clic. Y en ciberseguridad, el peor momento para empezar… es después del primer ataque”, concluye Albors.