Como hemos visto en el artículo anterior, una configuración incorrecta en los recursos compartidos de Windows puede provocar que expongamos a miradas indiscretas ficheros confidenciales de nuestro sistema. Pero existe otra manera más fácil de compartir archivos sin darse cuenta y exponerlos al riesgo de que se filtren a cualquier usuario de Internet, simple y llanamente instalando una aplicación para compartir ficheros a través del protocolo P2P.
Pongamos por ejemplo Edonkey/Emule o cualquiera de sus derivados. Para poder descargarse ficheros más rápidamente los usuarios deben compartir una gran cantidad de ficheros. La forma mas fácil es compartiendo toda la unidad donde está instalado el programa (normalmente C:) pero esto supone compartir también una serie de ficheros que tal vez no queramos que estén al alcance de cualquiera.
Por ejemplo, si hacemos una búsqueda de listados de clientes nos puede salir un resultado como el siguiente:
Esto puede suponer una fuga de información importante, sobretodo si se realiza desde un ordenador de una empresa. Para evitarlo, debemos aislar los ficheros que debamos compartir en la configuración del programa de la siguiente manera:
Como podemos observar la solución es muy fácil y, con esa simple configuración evitaremos que nuestros datos más valiosos estén al alcance de cualquiera.
Josep Albors