Hoy inauguramos sección muy completita, porque estamos metidos en varios proyectos diferentes, pero uno de ellos es la apuesta por mejorar la educación y la concienciación de nuestro público más joven. ¿Por qué? Fácil: son nativos digitales y aprenden muy rápido a sacarle partido a Internet y a las múltiples plataformas 2.0, pero quizá todavía nos queda mucho por hacer en materia de educación en seguridad para guiarles en un mundo virtual, que al igual que el real, también tiene sus peligros.
Así que de forma regular iremos emitiendo estas píldoras en forma de consejo de seguridad. Te pedimos un favor: pásalo a tus hijos, o a tus sobrinos o hermanos, o compártelo a través de tus redes sociales para que así, aunando fuerzas, y entre todos, podamos conseguir que nuestros chavales disfruten plenamente con la confianza de estar aplicando las mejores prácticas en seguridad.
Os presentamos a Clara y a Andy, amigos y residentes donde tú quieras. Ellos son los protagonistas de nuestros consejos especiales de seguridad y han decidido empezar por las contraseñas. En la Red, el 75% de nosotros utilizamos la misma contraseña para todos los servicios online que utilizamos. Y además, en la mayoría de las ocasiones, utilizamos expresiones muy fáciles de adivinar, como nuestro propio nombre al revés, nuestro D.N.I., fecha de nacimiento, etc… Y para terminar de fastidiarlo, además, o le contamos nuestros logins y passwords a amigos, parejas o allegados o lo apuntamos y lo pegamos junto a la pantalla, debajo del ratón, en un post-it que guardamos en nuestro monedero e incluso en un archivo en nuestro ordenador.
Estos tres son los grandes problemas que, a la larga, nos traen más de un quebradero de cabeza. Así que Clara y Andy nos recomiendan –muy bien dicho, por cierto- que ni compartir ni usar lo mismo para todo ni contraseñas fáciles. Si nos van a venir a robar, al menos, no dejemos a los cacos las puertas de casa abiertas, ¿no? 😉
Regla número 1: tus contraseñas son tuyas y solo tuyas
Ni las cuentes ni las compartas ni las envíes vía correo electrónico o WhatsApp, ni te las apuntes en un sitio visible o fácilmente localizable. Si te da la cabeza, memorízalas, es la única manera de garantizar su integridad. Pero si ya no te da la cabeza para más, apúntala en un sitio solo para ti. O mejor, utiliza cualquiera de las soluciones gratuitas para guardar contraseñas. De esta manera, siempre las tendrás listadas y ordenadas, cifradas en tu ordenador y accesible por ti en cualquier momento.
Regla número 2: no seas perezos@ y crea diferentes logins y passwords para servicios distintos
Sí, ya sé, es muy cómodo, se usan un montón de servicios con lo mismo, ahorrando tiempo y esfuerzo. Pero si te la pillan, van a poder acceder a todas tus cuentas. Y no queremos eso, ¿verdad? Así que, anda, ponte la pilas y empieza a crear diferentes contraseñas.
Regla número 3: las contraseñas tienen que ser fuertes
Mejor no utilices nada que tenga que ver contigo o que te identifique exactamente. De hecho, Microsoft hizo un informe de las credenciales que utilizaba Conficker, un gusano informático, y que corresponden a las más utilizadas. ¿Sabes cuál es el primer lugar? 1234567… Seguido de un montón de expresiones regulares que acabamos utilizando todos.
¿Cómo hacer contraseñas fuertes? Bueno, no es complicado hacerlas, pero sí lo es recordarlas ;-). Pero como estamos seguros de que lo conseguirás, estos son los criterios para considerar fuerte a una contraseña:
- Si tiene más de 8 caracteres (preferentemente, de 8 a 12 o más).
- Si posee al menos 3 de los siguientes caracteres, y que al menos uno sea especial:
- letras en minúsculas (de la a a la z)
- letras en mayúsculas (de la A a la Z)
- números (del 0 al 9)
- caracteres especiales (por ej. !, $, #, o %)
Mencionando algunos ejemplos, podríamos decir que:
- “jose”, “contraseña” o “111111” son contraseñas débiles.
- “JoseEntr@1_2¿!”, “Contraz3na#_??01” o “UNOuno1-00Jose” son contraseñas fuertes.
Cada vez es más común que en los portales te ponga un indicador que te marca si la contraseña que estás introduciendo es débil, regular o fuerte: hazle caso y busca siempre que el indicador te muestre “fuerte”.
Bueno, esperamos que Andy y Clara hoy hayan cumplido su misión y hayamos contribuido, entre todos, a una Internet más segura.
¡Feliz miércoles, trop@!