Uno de los correos electrónicos que más hemos recibido en nuestros laboratorios en los últimos días es una supuesta multa de tráfico emitida por la policía de Nueva York. En principio no debería suponer mayor problema para los que no vivimos en esa carismática ciudad, pero, debido a que es uno de los destinos turísticos por excelencia, es posible que alguien crea que se pasó pisando el acelerador mientras estaba de vacaciones y piense que la multa es auténtica.
El correo en sí no tiene mayor misterio y sigue un patrón similar al que ya vimos en otros que usaban técnicas similares, como aquella multa de tráfico desde Brasil o los que suplantaban a la Policía Nacional y a la Guardia Civil. La principal diferencia en este caso es que el archivo malicioso viene comprimido adjunto al correo y no se proporciona desde un enlace.
Si descargamos el archivo adjunto y lo descomprimimos observaremos cómo aparece un fichero con el icono de un documento PDF, pero con la extensión de un archivo ejecutable. Si bien es fácil reconocer este tipo de extensión, muchos usuarios prefieren hacer caso al icono y otros tantos ni siquiera tienen activada la opción de Windows que muestra la extensión verdadera de los archivos.
Como vemos, la técnica usada en esta ocasión es bastante sencilla y se preocupa poco de camuflar el código malicioso que propaga. En este caso se trata de un troyano que descarga varios tipos de malware en el sistema si se ejecuta, lo que conocemos comunmente como Trojan Downloader.
Desde el laboratorio de ESET en Ontinet.com recomendamos ignorar este tipo de correos. La referencia a la policía de Nueva York debería ser suficiente para la mayoría de usuarios como para descartar inmediatamente el mensaje. No obstante, nunca está de más contar con una solución antivirus actualizada por si nuestra curiosidad nos traiciona.
Josep Albors