En la consulta del informático

Cuántas veces habremos ido al médico por cualquier cosa, y menos el teléfono, nos quita todo: las grasas, el azúcar, el tabaco, el alcohol, la siesta del fin de semana, las fiestas… Aunque nos disguste es lógico, es por nuestra salud.

¿Pero qué pasaría si, de manera similar, un médico acudiese a la consulta de un experto en seguridad informática para que revisara su ordenador? Supongámoslo un momento:

– Buenos días, doctor. Vengo porque mi portátil va raro. Está lento, tarda en conectarse… En fin, que algo extraño le pasa.
– Bien, veamos. ¿Hace cuánto que no actualiza el antivirus?
– ¿Antivirus? Pues no sé siquiera si tengo…
– Vaya, esto parece grave. Aquí puede haber de todo. Le voy a mandar un análisis en profundidad con una herramienta on-line, y cuando lo haya hecho, vuelva aquí para ver los resultados.

Si el paciente acude a la “informática pública”, en un par de semanas el análisis estaría hecho y el paciente volvería. Si hubiera ido por la “informática privada”, la visita se hubiera producido exactamente en 14 días.

– Doctor, aquí está el portátil, y estos son los resultados del análisis.
– A ver… ¡Puf! ¡Esto está fatal! Veo que tenía hasta 20 elementos infectados por troyanos y activos en memoria.
– ¿Y cuánto es el nivel normal?
– Pues las recomendaciones son cero troyanos, quizá uno pero sin estar activo. Es muy grave. ¿Suele usted abrir todos los correos que le mandan?
– Sí, claro, para ver qué hay dentro. Y menos mal, porque en muchos casos son facturas sin pagar.
– ¡Pero por favor, si eso son los más peligrosos! Todo aquello que hable de facturas o de cualquier tema de dinero de un banco, son estafas en el mejor de los casos, y normalmente, estafas que encima le infectan el ordenador.
– Qué me dice, doctor… ¿entonces lo del correo de Endesa es mentira?
– Más falso que un Judas de plástico, por supuesto. A partir de ahora va a estar usted un mes sin abrir el correo electrónico, a ver si detenemos la expansión de infecciones. Supongo que  también conectará muchas memorias USB al ordenador, ¿a que sí?
– Claro, para ver qué hay, para copiar fotos a mis amigos, para los trabajos del colegio de los niños…
– ¡Pero eso es una temeridad! ¿No ve que puede propagar la infección? Cualquier memoria USB puede infectarle o propagar la infección, siempre es necesario tener una protección adecuada.
– ¡Qué me dice!, entonces cada vez que lo he hecho con compañeros de la oficina….
– Pues seguramente les habrá infectado, o hayan sido ellos los que le hayan infectado a usted. Tendrá que avisarles.
– No, qué vergüenza…. No voy a ir por ahí diciéndoles que la infección se la he causado yo.
– Pues por lo menos, el resto de ordenadores de su casa, avíselo, para que puedan hacerse un análisis y detectar cualquier problema.
– ¿Los de los niños también? No quiero ni pensar qué va a decir mi mujer. De esta, me pide el divorcio, y con razón.
– Bueno, pues ya sabe. Instale el antivirus, y durante un mes, nada de correo ni memorias USB. Y por supuesto, con Internet mucho cuidado. No quiero que esté más de 10 minutos en Facebook, y nada de descargar ningún archivo, porque podría ser letal. Tenga en cuenta que toda la información que tiene almacenada podría perderse, y supongo que no le apetecerá que eso pase. Y de paso, dejamos el Candy Crush, Twitter, Instagram y las páginas porno.
– Pero si yo no veo porno, doctor…
– Ya, nadie lo ve, pero puede que sea usted consumidor de pornografía pasivo. Mejor evitarlo.
– Uf, no sé si voy a poder con todo eso.
– Pues además del antivirus, usted va a instalar algún programa de copia de seguridad, un cortafuegos personal y vuelva en un mes para ver cómo vamos, pero le aseguro que esto no va a ser coser y cantar, es un tema de cambio de hábitos y comportamiento.
– No me diga eso, doctor… que ya me lo ha dicho el médico de familia, y estoy con mucho colesterol y triglicéridos, el azúcar disparado, el ácido úrico por las nubes y con no sé qué de hipotiroidismo…

Fernando de la Cuadra
@ferdelacuadra

Hoy las ciencias adelantan…