Como cada año alrededor del 14 de febrero, muchas parejas se preparan para celebrar San Valentín, y los que no aún no tienen pareja y la están buscando utilizan varios métodos para conseguirlo. Para ayudarles en esta labor, en los últimos años se han popularizado todo tipo de aplicaciones para descubrir a nuestra media naranja a través de nuestro smartphone, algo que es muy práctico pero que también tiene sus riesgos.
Así pues, además de tener en cuenta las recomendaciones clásicas de años anteriores, en esta ocasión vamos a centrarnos en este tipo de aplicaciones, toda una aventura llena de romance, perfiles de lo más interesante y muchas fotos (pero muchas) de perros y gatos.
Sincronización con redes sociales y privacidad
En el mundo de las aplicaciones de citas para smartphone hay de todo, desde las que se centran en ciertos segmentos de edad y buscan cierta discreción a las que se encargan de propagar a los cuatro vientos la búsqueda de pareja de sus usuarios.
Uno de los puntos clave que ha permitido el auge de este tipo de aplicaciones es la sincronización de estas con los perfiles en redes sociales de sus usuarios. Esto les permite emparejar perfiles que coincidan en algún interés o hobby, por lo que la probabilidad de que se entable una conversación por parte de uno o ambos interesados aumenta considerablemente.
Sin embargo, para poder realizar estos emparejamientos algunas aplicaciones como Tinder recopilan mucha información pública de nuestro perfil. Esto es lógico desde el punto de vista de la aplicación ya que, cuanta más información tenga de sus usuarios, más fácil le resultará mostrar posibles parejas con aficiones e intereses similares.
El problema viene cuando no queremos compartir según qué información o queremos darnos de baja. Una buena parte de los usuarios disponen de un perfil completamente abierto que, en el momento de crearse una cuenta en una de estas apps, pasa a estar disponible también para todos aquellos que la estén utilizando.
La solución pasa por aplicar los filtros de privacidad disponibles en la red social que se vincule con la aplicación de citas y conseguir así que no obtenga más información que la estrictamente necesaria. Además, si decidimos desinstalar la aplicación, antes debemos acordarnos de desvincularla con la red social tanto desde la propia aplicación como desde el apartado correspondiente en nuestro perfil de Facebook.
Esto debemos hacerlo no solo para evitar que Tinder y otras aplicaciones similares sigan accediendo a nuestro perfil sin nuestro permiso, sino también para evitar que compartan esta información con terceros, tal y como se establece en las condiciones de uso.
No caigas en la trampa de los perfiles falsos
De la misma forma que los engaños protagonizados por las “novias rusas” en años anteriores, y que utilizaban el correo electrónico como medio para engañar a algún incauto, en la actualidad es bastante frecuente encontrarse con perfiles falsos también en estas aplicaciones.
Si bien es cierto que hay usuarios que pueden llegar a tener un book fotográfico que podría ser la envidia de más de una celebridad, lo normal no es que se utilicen ese tipo de fotografías en estos perfiles, pero seguro que más de un usuario se ha topado con ellos más de una vez.
Con la experiencia se aprende a identificar este tipo de perfiles de forma rápida y, seguidamente, a descartarlos, pero aún quedan muchos usuarios que pueden pensar que han encontrado el amor de su vida. Para ellos, vamos a dar una serie de consejos que les van a evitar perder el tiempo y puede que incluso algún disgusto a su cartera.
- Perfiles sin más información que una simple foto. Con toda la información que este tipo de aplicaciones suelen recopilar de redes sociales como Facebook o Instagram, un perfil tan escueto debería despertar todas las alertas.
- Perfiles demasiado buenos para ser verdad. Hay perfiles en este tipo de aplicaciones que son un punto y aparte. Fotos de estudio en poses superinteresantes y una descripción que poco menos te está pidiendo que te cases con él/ella. A lo mejor hay alguien que tiene un perfil de este tipo y es un usuario legítimo, pero la experiencia nos dice que hay que desconfiar.
- Conversaciones absurdas o que van directamente al grano. Obviamente, la gracia de estas aplicaciones está en entablar una relación con esa persona cuyo perfil nos ha llamado la atención. Sin embargo, creemos necesario avisar de que también existen los bots en apps como Tinder e incluso alguno puede intentar convencernos para llamar a un número de tarificación especial.
De vuelta al mundo real
Supongamos que hemos conseguido conectar en una de estas aplicaciones de ligue con una persona especial con la que compartimos aficiones y manera de ver la vida. Tras unas cuantas conversaciones por el chat decidís que ya es momento de desvirtualizaros y conoceros en el mundo real.
En este punto es importante saber que la otra persona puede que ya sepa mucho más de nosotros de lo que nos pensamos. Para ello tan solo debe haber seguido nuestro rastro digital, rastro que dejamos en redes sociales, foros, etc., y que puede utilizar para sacar temas de conversación pero también provocar situaciones incomodas.
Es importante marcar unos límites para esa primera cita y, sobre todo, quedar en un espacio público en el que haya gente a la que acudir en caso de problemas. Puede parecer algo extremista, pero cuando algunos bares y restaurantes están utilizando claves para ayudar a clientes que están teniendo una cita incómoda es que este tipo de situaciones se producen más a menudo de lo que parece.
De la misma forma, nunca debemos enviar fotografías o vídeos íntimos a nadie que no sea de nuestra plena confianza, y aunque este sea el caso, debemos pensar seriamente en las consecuencias que podría tener si esas imágenes salen la luz. A día de hoy, mucho de lo que hacemos en Internet tiene una consecuencia en nuestra vida real y eso es algo que debemos tener muy presente.
Conclusión
Está claro que este tipo de aplicaciones para ligar han supuesto un cambio en la forma de conocer a nuevas personas, e incluso han permitido a mucha gente tímida a probar suerte e intentar conocer a su media naranja. Sin embargo, como todo en esta vida, debemos ser precavidos y no proporcionar más información de la necesaria si no queremos que esta se vuelva en nuestra contra.
Por nuestra parte esperamos que estos consejos hayan sido útiles y sirvan para utilizar estas aplicaciones de forma segura. La tecnología avanza muy rápido y es posible que dentro de poco incluso tengamos que escribir recomendaciones para evitar que un delincuente hackee nuestra novia/o virtual. Sea como sea, aquí estaremos para contarlo.