Os juramos que no hemos tomado ninguna sustancia tóxica o estupefaciente alguno a la hora de escribir este artículo pero, si no lo has visto aun, un simpático dinosaurio azul ha hecho acto de presencia en nuestros perfiles de Facebook. Si no sabes de que te estamos hablando, este post es para ti porque esta simpática mascota nos ayuda a mejorar nuestros ajustes de privacidad y compartir solamente lo que queramos con quien queramos.
Cuidemos nuestra privacidad
Si accedemos a la opción de “Accesos directos de privacidad”, ilustrado como un candado en la parte superior derecha, y la abrimos veremos como aparece una simpática mascota.
Con el título “Comprobación de la privacidad” Facebook ha incluido una breve y útil guía para que revisemos si estamos compartiendo realmente lo que queremos con personas de confianza. Pera analicemos con mayor detalle que incluye cada uno de los puntos en los que se divide esta nueva opción.
Tus publicaciones
En este primer apartado podemos revisar quien puede ver nuestras publicaciones. En una red social pensada para que el alcance sea el mayor posible muchos usuarios pensarán que lo mejor será llegar a cuantas más personas mejor.
Sin embargo, existen ciertas publicaciones que solo queremos compartir con aquellas personas de mayor confianza. Es en estos casos cuando debemos andar con ojo y establecer que grupo de contactos podrán ver nuestra publicación. Por ejemplo, si tenemos unas fotos celebrando una fiesta familiar, lo lógico será que solo los miembros de nuestra familia tengan acceso a las mismas.
No obstante, hay que recordar que para que nuestra publicación le llegue solamente a ciertos destinatarios, primero deberemos haber incluido a esos contactos en un grupo en concreto. De nada sirve realizar una publicación de carácter más privado al grupo “Amigos” si a todo el que conocemos en Facebook lo incluimos en ese grupo.
Tus aplicaciones
Las aplicaciones forman parte de Facebook desde hace muchos años y no son pocos los usuarios que hacen uso de las mismas. Desde aplicaciones lúdicas con juegos sociales de todo tipo a otras pensadas para los más viajeros, existe todo un ecosistema que puede mejorar nuestra experiencia en esta red social.
No obstante, hay que andar con mucho ojo con las aplicaciones que instalamos, puesto que algunas pueden solicitar permisos excesivos que invadan nuestra privacidad e incluso utilicen nuestro perfil para hacer publicidad invasiva a todos nuestros contactos.
Desde este apartado podremos revisar las aplicaciones que tenemos instaladas y, en el caso de que no reconozcamos alguna o no la utilicemos más, desinstalarla.
Tu perfil
En el tercer y último punto analizamos la información personal que proporcionamos en nuestro perfil. Es lógico que en nuestro perfil incluyamos nuestro nombre, puesto de trabajo o lugar donde hemos estudiado y algún correo de contacto para que nuestros amigos puedan contactar con nosotros (aunque no es esencial).
No obstante, Facebook solicita muchos más datos como nuestra dirección o número de teléfono. Estos datos son demasiado confidenciales como para que los andemos compartiendo con todo el mundo por lo que, en el caso de que nos animemos a publicarlos, deberemos configurar quien puede acceder a los mismos, siendo recomendable que solo los contactos con más confianza puedan acceder a ellos.
Conclusión
Una vez hayamos revisado y hecho los cambios pertinentes en las opciones de privacidad se nos avisará de que ya hemos terminado el proceso. Si bien las opciones que se nos permite modificar en estos sencillos pasos son las más básicas estamos seguros que esta guía va a serle útil a más de un usuario que, hasta este momento, desconocía que tipo de información estaba compartiendo con conocidos y no tanto. Si queremos indagar más a fondo en la configuración de nuestra privacidad hay otros puntos que debemos tener en cuenta.
Ahora, si nos disculpáis, vamos a atender al unicornio rosa que nos está esperando en el pasillo…