Jornadas “Protege tus dispositivos” de la Fundación Dédalo

De vez en cuando nos juntamos unos cuantos locos y, supuestamente, hablamos sobre seguridad, y nos ponemos a hablar de vulnerabilidades… o no. El caso es que cuando se piensa en seguridad informática muchas veces solo se piensa en grandes alardes técnicos, en descubrir agujeros, en luchar contra extraños bots o en complejas herramientas de depuración de código. Y sí, puede que sea así, pero la seguridad informática empieza muy lejos de lo que mucha gente piensa.

Esta semana he tenido el placer de poder impartir un pequeño curso sobre seguridad informática. Se llamaba “Protege tus dispositivos: ordenador,móvil y tablet”. Lo organizaba, en el Cibercentro de Tudela (Navarra), la Fundación Dédalo. Asistentes: como bien proclaman las bases de la fundación, “la ciudadanía”. Eran personas normales, como todos nosotros, pero con una diferencia muy importante: eran capaces de estar durante dos días, de 18:00 a 21:00 horas, escuchando cómo proteger unos dispositivos.

Eso es algo muy grande. La seguridad siempre se rompe por la parte más débil de la cadena, y desgraciadamente ese eslabón suele ser el usuario. Pero las dos docenas de asistentes al curso han demostrado que no son el punto débil.

dedalo

Algunos de los asistentes no eran capaces de distinguir entre una cuenta de administrador y otra de usuario. Ahora, sí. Casi nadie entendía la necesidad de actualizar un sistema operativo, y menos una aplicación. Pues ahora ya tienen deberes: explorador, Java, Flash, Acrobat PDF Reader… Espero que tengan buen ancho de banda, les esperan algunas tardes de descarga de updates, upgrades e instalaciones en su ordenador, sus móviles y sus tablets.

Eso sí es seguridad. Estar concienciado, entender dónde está el peligro y, sobre todo, saber solucionarlo. Y vuelvo a poner el ejemplo que mi gran amigo y maestro Josep Albors dice: la gacela que sobrevive a las fauces de los depredadores no es la más rápida. Es, simplemente, al revés: muere la más lenta. En un ataque informático, no es que siempre sobreviva el mejor protegido: simplemente, cae el que tenga peores defensas.

Y simplemente por tener las ganas de apuntarse a un curso sobre seguridad ya hace que los asistentes, que me gusta considerar desde hoy mis amigos, hayan ganado mucha velocidad ante el depredador: el cibercriminal.

Fernando de la Cuadra

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