Los jóvenes han crecido en un mundo digital. Para ellos, conectarse a Internet es tan cotidiano como respirar. Manejan dispositivos, redes sociales y aplicaciones con una naturalidad que asombra a generaciones anteriores. Sin embargo, esa soltura puede ocultar una realidad incómoda: la de una generación que, pese a estar más presente que nunca en la red, se protege menos y se expone más.
Desde ESET queremos abordar este tema tan de actualidad en nuestra actual sociedad digital. Lo primero que destacamos es que esta combinación de hiperconexión y baja percepción del riesgo convierte a los nativos digitales en un objetivo prioritario para los ciberdelincuentes. La advertencia se apoya en datos de la National Cybersecurity Alliance, que muestran cómo el 65% de la Generación Z y el 64% de los Millennials se consideran “siempre conectados” y acumulan más cuentas digitales que cualquier otra franja de edad. Más cuentas significa más contraseñas, más datos dispersos y, en consecuencia, más puertas abiertas para los atacantes.
“Lo más preocupante es que la protección de esas cuentas y dispositivos no está a la altura del nivel de exposición”, señala Josep Albors, director de Investigación y Concienciación de ESET España. “La experiencia digital de los jóvenes es amplia, pero en muchos casos carece de una base sólida de autoprotección. El problema no es solo un conocimiento tecnológico que muchas veces se da por supuesto pero que dista mucho de la realidad, sino la falta de hábitos consistentes de ciberseguridad”
Más conectados… y menos protegidos
El mismo estudio señala que apenas el 58% de los jóvenes usa contraseñas únicas para cada servicio, muy por debajo del 71% de los baby boomers. La autenticación multifactor, una de las barreras más efectivas contra el robo de credenciales, solo la emplea de forma habitual el 56% de la Generación Z. Y apenas el 44% instala actualizaciones de software de manera inmediata, una práctica esencial para cerrar vulnerabilidades.
La brecha entre confianza y seguridad es aún más evidente en el entorno laboral. Casi la mitad de los encuestados de entre 18 y 24 años reconoce que las herramientas de seguridad les resultan molestas, y un 31% admite haber intentado eludir políticas corporativas para agilizar su trabajo. El 46% admite compartir información sensible con la IA sin el consentimiento de sus empleadores.
Principales amenazas para los jóvenes hiperconectados
Este déficit tiene consecuencias tangibles. Los jóvenes son más proclives que los adultos a caer en fraudes en redes sociales, estafas románticas y campañas de phishing. La facilidad para compartir datos personales y la tendencia a actuar con inmediatez, a menudo sin verificar la procedencia de un mensaje o la legitimidad de una oferta, son factores que juegan a favor de los atacantes. La Agencia Nacional contra el Crimen del Reino Unido, por ejemplo, confirma que seis de cada diez personas reclutadas para mover dinero de procedencia ilegal tienen menos de 30 años.
Las amenazas que afectan a este colectivo no son nuevas, pero adquieren matices particulares en su caso. Entre las principales amenazas para los jóvenes hiperconectados, ESET destaca las siguientes:
· Sextorsión: en muchos casos, las víctimas son engañadas para enviar imágenes íntimas o se enfrentan a la difusión de imágenes falsas creadas con inteligencia artificial (nudifying tools), algo que puede tener un fuerte impacto emocional y social en personas jóvenes.
· Robo de cuentas: perfiles de redes sociales, plataformas de juego y servicios de mensajería son especialmente atractivos para los atacantes, que aprovechan contraseñas débiles, repetidas y la ausencia de autenticación multifactor para hacerse con ellos.
· Estafas online: mensajes y anuncios en redes sociales, a veces con deepfakes de celebridades o a través de cuentas hackeadas de amigos, generan urgencia o FOMO para robar datos personales o dinero.
· Descargas maliciosas: la búsqueda de aplicaciones, juegos o contenido audiovisual gratuito en canales no oficiales expone a malware, spyware y adware, aprovechando que este segmento suele estar más dispuesto a asumir riesgos para evitar pagar.
Cómo protegerse
Desde ESET recomendamos a los jóvenes seguir estas pautas para reforzar su seguridad digital:
- Descarga únicamente desde tiendas oficiales y evita contenido pirata.
- Revisa la reputación y opiniones de desarrolladores antes de instalar aplicaciones.
- Mantén los sistemas y programas siempre actualizados.
- Usa soluciones de seguridad de proveedores de confianza.
- Desconfía de enlaces y archivos no solicitados, y verifica remitentes.
- No te fíes de anuncios ni mensajes en redes sociales, incluso si parecen venir de amigos.
- Configura la privacidad en redes sociales para limitar la exposición de información personal.
- Recuerda que, si algo parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente sea una trampa.