Hace unos días, navegando por la Red nos encontramos con esta noticia titulada “Así son las comunidades de porno infantil en Facebook”, en la que se habla de los numerosos casos de pornografía infantil que existen en la popular plataforma social sin que esta haga algo para solucionar la problemática de una vez con todas. Así que nos hemos puesto en contacto con Cristian F. Borghello, director de Segu-Info y de Segu-Kids (organización desde la que se canaliza la lucha contra la pornografía infantil), consultor independiente en Seguridad de la Información y una de las personas más activas en la lucha contra la pornografía infantil. Cristian es, además, Licenciado en Sistemas, desarrollador, Certified Information Systems Security Professional (CISSP) y Microsoft MVP Security (Most Valuable Professional). Escribe para diversos medios especializados e investiga de forma independiente sobre Seguridad Informática y de la Información. Además, ha intervenido en congresos y seminarios nacionales e internacionales sobre la temática.
Sabemos que eres especialista en la lucha contra la pornografía infantil… A tu juicio, ¿se está haciendo todo lo que se puede hacer?
Particularmente, no creo que se esté haciendo todo lo que se puede hacer, y creo que el motivo es la falta de leyes, recursos y conocimientos de las fuerzas, así como la facilidad que brindan las herramientas actuales para delinquir.
Por otro lado, observo una falta de compromiso en las empresas de primer nivel, que tienen los recursos para ayudar y que lamentablemente no se comprometen con el tema a menos que sean afectados directamente. Por ejemplo, en las redes sociales se puede constatar que a pesar de que publican que «tienen cientos de personas y procesos observando el tráfico y tratando de eliminar el contenido dañino», cuando alguien realiza denuncias que afecta a los menores, pasan días o meses hasta que el contenido es eliminado y a veces ni siquiera se elimina, porque simplemente se bloquea al usuario pero el contenido sigue en línea. Además, esa misma imagen que apareció en nombre de un usuario, mañana aparece en el perfil de otro, lo cual indica una falta total de técnicas proactivas de detección de imágenes similares, que no serían difíciles de implementar, si quisieran hacerlo.
¿Cómo está la colaboración entre diferentes cuerpos de seguridad internacionales?
Actualmente existe colaboración, y por eso siempre las bandas que caen son internacionales, y además en la actualidad realizar una investigación de meses (sí, meses), con los recursos que eso implica, no tendría sentido si se buscara solo a uno. Pero por otro lado, la falta de criterio uniforme y de leyes hace que no se colabore todo lo que se podría. Por ejemplo, muy pocos países conocen el tratado de Budapest, y muchos menos están respetándolo. Asimismo tampoco existe un modelo de trabajo normalizado y regulado con procedimientos claros en la toma de evidencia, lo cual muchas veces ocasiona que una investigación se arruine por el error involuntario de un investigador no capacitado, lo cual redunda directamente en que el caso es descartado y que el presunto culpable quede libre de culpa y cargo.
Facebook parece ampararse en el derecho a la libertad de expresión para permitir estas publicaciones. Pero, ¿dónde llega el límite de la libertad de expresión y dónde comienza a poder considerarse un delito?
El tema de la libertad de expresión hay que tomarlo con pinzas, es un tema muy delicado e incluso nosotros cuando lanzamos la cruzada contra el robo de identidad tuvimos (y tenemos) muchas críticas por este mismo tema, porque supuestamente coartaríamos la libertad de quien use el nombre de otra persona (más información sobre la Cruzada por la Identidad Digital aquí).
Por supuesto debe haber leyes claras y justas para todos, pero hay acuerdos morales, éticos y humanos que la población respeta sobre los demás: si alguien tiene un millón (sí, un millón) de fotos de menores de edad en poses sexuales explícitas y por otro lado se puede probar que esa persona realiza intercambio de ese material, ¿se puede seguir hablando de libertad de expresión? Si alguien utiliza el nombre de otro menor para engañarlo y hacerse pasar por su amiguito y le solicita filmar un vídeo erótico delante de la webcam, ¿es eso libertad de expresión?
Sin dudas hay mucho para analizar y estudiar, pero hay conductas que no deberían dejar lugar a dudas.
¿Es la pornografía infantil realmente un problema minoritario o está más extendido de lo que podemos llegar a creer?
Ninguno de nosotros conoce ni se imagina el alcance que tiene la temática y ese en sí mismo es un problema, porque lo que se ve en la web es nada en comparación con lo que se maneja en el underground, por canales privados o a través de la «deep web», donde si quieres puedes contratar «servicios de menores» donde quieras con solo pedirlo o contactando con alguien en un foro, ICQ o MSN.
Por otro lado, la falta de educación y conocimiento sobre el tema de los padres y los educadores hace que se trivialice el problema y se piense que esto solo pasa en países subdesarrollados o con una tasa de ingresos menor a un dólar diario. Es un problema real, grave y que sucede en todas las escalas sociales y, sobre todo, sucede si tenemos una computadora conectada a Internet.
Un consejo para los usuarios que encuentren cualquier rastro de pornografía infantil. ¿Qué hacer? ¿A quién denunciar?
En este caso, nosotros desde Segu-Kids hemos analizado recibir denuncias (como lo hacemos con el fraude), pero es una responsabilidad demasiado grande para civiles, sobre todo si están en juego vidas de menores. Por lo que sí o sí sugiero recurrir a las fuerzas del orden, porque si bien nosotros podemos guiar y ayudar, debemos lograr que cada uno asuma su responsabilidad y haga su trabajo de la manera adecuada. Además, creo que también es una buena forma de presionar a quienes nos gobiernan a sancionar con leyes acordes. A modo de ejemplo, y gracias a este tipo de presión, el año pasado hemos logrado que en Argentina se obtenga media sanción en un proyecto que castiga el Grooming (falta la otra media sanción para que sea ley y esperamos se logre pronto).
Haciendo caso de Cristian, a quien agradecemos enormemente que haya colaborado con nosotros en esta ocasión, os sugerimos que si os topáis con este tipo de contenido, no dudéis y procedáis a denunciarlo. Lo podéis hacer bien a la Policía Nacional, a la Guardia Civil o a Líneas de Denuncias Anónimas, donde no es necesario incluir datos personales de ningún tipo. Os dejamos los diferentes canales abiertos en nuestro país para proceder a su denuncia:
- Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional: denuncias.pornografia.infantil@policia.es y delitos.tecnologicos@policia.es
- Organización de Protección de la Infancia: contacto@protegeles.com
- Guardia Civil: uco-delitoinformatico@guardiacivil.es
- Las denuncias también se pueden realizar por teléfono:
- Protégeles (917400019)
- Policía (91-5822751/52/53)
- Guardia Civil (91-5146400)
Si todos colaboramos, estaremos contribuyendo a erradicar un gran problema de nuestra sociedad.