A estas alturas, aunque solo sea por las continuas publicaciones de artículos similares a este en varios blogs de seguridad informática, los usuarios de Facebook deberían estar más que avisados sobre la deficiente política de privacidad de esta empresa. No obstante, siempre se puede ir más allá y hacer que las cosas vayan a peor. Algo así debieron pensar en la empresa de Mark Zuckerberg cuando el viernes pasado realizaron una modificación en su política de privacidad. Dicha modificación permitía a los desarrolladores de aplicaciones tener acceso a información tan sensible como la dirección postal o el teléfono que los usuarios tuviesen publicados en su perfil.
Obviamente, esta intromisión en la privacidad preocupó a muchos usuarios y algunos empezaron a eliminar estos datos o a modificarlos, cambiando su número de teléfono por el del servicio de asistencia técnica de Facebook en señal de protesta. Desde el viernes no han sido pocos los usuarios que han protestado acerca de esta decisión y, al parecer, han logrado que Facebook se la replantee, al menos temporalmente. Así pues, y tras un fin de semana de protestas de los usuarios, ayer por la noche se publicó en el blog del desarrollador de Facebook la decisión de suspender temporalmente esta función de acceso a estos datos personales para mejorarla en base a los comentarios recibidos desde que se activó el pasado viernes.
Cabe recordar el riesgo que esta nueva funcionalidad de obtención de datos puede suponer, no ya por el uso indebido que le puedan dar aplicaciones legítimas, si no por el uso delictivo que le darían las miles de aplicaciones fraudulentas que la gente instala y da permiso para acceder a su información. La situación se complica cuando comprobamos con que, no basta con cambiar o suprimir esa información de nuestro perfil ya que cualquier contacto que tenga nuestro teléfono en su libreta de direcciones y use alguna aplicación externa, como la de Facebook para iPhone, pude revelar estos datos.
Como vemos, la política de privacidad de Facebook protege cada vez menos al usuario por lo que debemos pensar detenidamente que tipo de información y datos queremos publicar. Un despiste, una publicación realizada en un estado de ánimo inadecuado o sin pensar en sus consecuencias puede terminar en graves problemas, no solo personales, si no también laborales. Al problema añadido de que todo lo que publiquemos accesible de manera relativamente fácil si alguien se lo propone, se añade el hecho de que permanece almacenado durante un largo periodo de tiempo por lo que, errores cometidos en el pasado pueden perseguirnos durante muchos años. Es por eso que muchos usuarios exigen la posibilidad de eliminar información irrelevante sobre sí mismos para poder retomar el control de su privacidad.
Desde el laboratorio de ESET en Ontinet.com consideramos que antes que publicar en una red social algo de lo que podamos arrepentirnos lo revisemos varias veces. Asimismo, muchas veces pecamos de proporcionar demasiada información en ese tipo de redes por lo que aconsejamos limitar la misma a lo estrictamente necesario.
Josep Albors