Muchas veces los usuarios se preguntan qué sacan los creadores de malware de infectar sistemas. Si antes (y hablo de hace 20 años) se limitaban a mostrar mensajes en pantalla más o menos divertidos, hoy en día no hay código malicioso que no intente obtener beneficio de los sistemas atacados. Esa es la auténtica razón de que haya tantos códigos maliciosos: el dinero.
Los fabricantes de sistemas operativos, de aplicaciones y de ordenadores lo saben muy bien, y para evitarnos problemas, intentan por todos los medios que sus creaciones sean lo más seguras posibles, a pesar de que siempre muchos usuarios nos andemos quejando de la fragilidad de determinados sistemas operativos o aplicaciones.
Y tanto se preocupan que desde hace tiempo ofrecen suculentas recompensas a aquellos investigadores que encuentren problemas en sus sistemas. Y no hablo de unos cuantos euros, no, son cifras realmente suculentas.
Tal y como comentan nuestros compañeros de ESET en Latinoamérica, recientemente se han encontrado unas vulnerabilidades en los teléfonos móviles Galaxy S4 de Samsung. ¿Resultado? 40.000 dólares (Casi 30.000 euros) de recompensa.
El mercado para iPhone, lejos de ser más seguro tal y como proclaman los fans de Apple, también tiene sus problemillas, pero salen algo más barato: por encontrar dos vulnerabilidades en los iPhone 5, se han pagado “únicamente” 27.500 dólares (Unos 20.000 euros).
Reconforta ver que hay investigadores que, más allá del mito de el “hacker” en una habitación oscura y comiendo pizza, reciben una justa recompensa económica, y más aún cuando lo que están haciendo, en el fondo, es hacer de los dispositivos unos elementos un poco más seguros.