Las farmacias online fraudulentas también se aprovechan de la crisis del coronavirus

Dice un conocido refrán español que “a rio revuelto, ganancia de pescadores”. Eso es precisamente lo que estamos observando desde hace unas semanas en todo lo relacionado con aquellas ciberamenazas que se están aprovechando de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus SARS-CoV-2. Hasta ahora hemos visto como varias campañas de ransomware, troyanos bancarios o spyware están aprovechándose de la situación, pero incluso estafas antiguas como las farmacias fraudulentas, que llevaban tiempo sin suponer una amenaza destacada, están volviendo a resurgir con fuerza.

Aprovechándose de la situación

Si bien este tipo de estafas llevan mucho tiempo entre nosotros, su manera de actuar no ha variado demasiado desde sus orígenes. Suelen contactar con sus víctimas potenciales mediante correos electrónicos ofreciendo medicamentos que requieren prescripción médica en la mayoría de países a precios atractivos.

Habitualmente, este tipo de estafas solía ir dirigidas a aquellas personas que buscaban medicamentos especializados en potenciar su vigor sexual y por eso su reclamo suelen ser pastillas de Viagra o Cialis. Este reclamo parece que no ha cambiado a la hora de lanzar sus campañas de spam, aunque, como veremos más adelante, sií que se han adaptado a la realidad actual.

Cabe decir, que muchos de los dominios usados por estas farmacias fraudulentas son rápidamente identificados, e incluso los navegadores más usados son capaces de identificarlos al poco tiempo de ser publicados. No obstante, cabe la posibilidad de que alguno de estos dominios esquive esta detección o que el usuario esté tan desesperado por obtener la medicación que ignore estas advertencias.

Si se accede a la página web veremos como este tipo de farmacias fraudulentas ofrecen un amplio abanico de medicamentos, entre los que encontramos los ya mencionados Viagra y Cialis, pero también otras categorías. Probablemente, muchos usuarios estén ahora mismo buscando comprar antivirales que sean efectivos contra el coronavirus SARS-CoV-2 y eso lo saben los creadores de este tipo de webs, que ya han empezado a destacar algunos medicamentos como potencialmente efectivos.

Uno de ellos es el Tamiflu, usado para tratar la gripe y algunas de sus variantes, y que está siendo usado por algunos médicos como posible tratamiento contra el Covid-19 con resultados dispares. Mientras que algunas pruebas detectaron que, en algunos pacientes, había tenido resultados positivos, en otras no se observaron mejoras destacables. Aun así, es uno de los medicamentos que muchos están buscando para tratar una posible infección por coronavirus.

Por ese motivo, los responsables de estas webs han añadido una frase indicando que “Tamiflu está siendo probado para el tratamiento por el nuevo coronavirus Covid19”, lo cual, si bien no es algo incorrecto, no significa que sea un tratamiento válido, al menos hasta que se confirme con más pruebas clínicas.

Obteniendo los datos bancarios

La finalidad de este tipo de farmacias fraudulentas está clara y no es otra que obtener los datos bancarios (o directamente el dinero) de los incautos que confíen en sus servicios. Huelga decir que, en el caso de que finalmente se envíe algún tipo de medicamento, este no debería ser consumido, puesto que carecería de cualquier certificación sanitaria e incluso podría ser perjudicial para la salud. En el mejor de los casos estaríamos ante un placebo.

Además, no deja de ser curioso que, aun realizando un pedido de un fármaco antiviral, a la hora de hacer el pago se nos regalen pastillas como Viagra. Igual no es el medicamento más acertado para la situación actual, pero seguramente los delincuentes quieren hacer ver que la oferta es buena.

A la hora de introducir la información de nuestra tarjeta de crédito para hacer el pago vemos como se piden todos aquellos datos que permiten su uso fraudulento o duplicación por parte de los cibercriminales. Además, ofrecen la posibilidad de realizar el pago en bitcoins con un descuento interesante, aunque esta forma de pago dificulta su posterior rastreo y reclamación.

Conclusión

Nos encontramos ante una ligera vuelta de tuerca a una amenaza clásica que los delincuentes han decidido retomar para aprovecharse claramente de la situación actual. Por ese motivo, es el momento de aplicar todo lo aprendido desde que este tipo de estafas aparecieran pror primera vez hace ya más de diez años e ignorar mensajes de correo que nos ofrezcan medicamentos, bloquear webs fraudulentas que venden fármacos sin autorización y no introducir los datos de nuestras tarjetas de crédito en aquellas webs que no sean de total confianza.

Josep Albors

La creciente popularidad de Zoom también implica problemas de seguridad