Lo que pasa cuando nuestros hijos nos cogen los móviles (y si no, preguntad a Cañizares)

Cañizares, el exportero del Valencia CF, lleva dos días de Trending Topic (TT) en la red social Twitter. La causa no ha sido, sin embargo, su valor deportivo, sino la publicación, a través de su cuenta personal en la citada red, de una foto de su mujer en el baño (si quieres verla, está al final ;-).

La verdad es que automáticamente un montón de seguidores comenzaron a meterse con él con tweets bastante humorísticos. Frente a las críticas, el futbolista no tuvo más remedio que decir públicamente el origen del tweet: «He acabado el Rally de Avilés ahora mismo, no he hecho nada más que correr esta tarde… Los hijos hacen travesuras de vez en cuando». 

Es decir, si es cierto, sus hijos, trasteando con su móvil, habían publicado la foto de su mujer en su cuenta de Twitter. Y esto nos da pie a abordar un tema al que llevábamos tiempo dándole vueltas, porque se está convirtiendo en un hecho común: nuestros hijos, nativos digitales, acceden a nuestros smartphones o tablets (presentes en muchos hogares españoles) y juegan, chatean, publican, leen… a veces sin nuestro permiso ni conocimiento.

Sobra decir, y si te ha pasado me entenderás, que los riesgos derivados de este descuido pueden ser elevados. Sobre todo si, como en el caso que os traemos hoy, somos conocidos o famosos o simplemente tenemos perfiles públicos con comunidades con las que interactuamos. Si ellos acceden a nuestro móvil, automáticamente tienen el mismo acceso a la información, emails, redes sociales, etc., que tú. Y niños hay de todos los colores, buenos y malos, pero tienen algo en común: su curiosidad natural.

Os proponemos 3 medidas para educar a nuestros hijos en el uso de nuestros smartphones o tablets.

  1. Protege tu terminal con una contraseña de acceso. La inmensa mayoría de nosotros no lo hacemos por comodidad (es natural, si consultas tu teléfono 20 veces al día, tienes que introducir 20 veces la contraseña), pero este simple gesto puede ser nuestra salvación en el caso de que nuestros niños nos cojan sin saberlo el terminal e intenten jugar con él (por no hablar de si lo perdemos o nos lo roban).
  2. Una buena educación en buenas prácticas. Al igual que cuando nuestros niños utilizan el ordenador en muchas ocasiones somos nosotros los que les guiamos y educamos en las buenas prácticas, lo mismo debe hacerse con el smartphone y el tablet. ¿Cuál es el problema? Que a veces se lo dejamos para jugar, por ejemplo, sin prever que este hecho puede constituir en sí un precedente difícil de desmontar. Pero enseñándoles que son herramientas de trabajo y que solo se usan con permiso previo (y protegiéndolo con contraseña), quizá consigamos que nuestros pequeños respeten los terminales.
  3. Instala un buen software de seguridad. Aunque ya se está convirtiendo en un tópico, y contra la opinión general sobre si existe o no malware para móviles, el hecho probado es que este tipo de protección ha devuelto en más de una y dos ocasiones terminales a sus dueños… que lo habían perdido, o se los habían robado, o… simplemente sus niños lo habían extraviado.

Y ahora, como lo prometido es deuda, aquí va la foto de la polémica:

ESET España - mujer cañizares desnuda

 

Yolanda Ruiz Hervás

@yolandaruiz

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