Navegar sin logins ni passwords: Google investiga nuevas formas de privacidad

O al menos, eso parece. Leemos en el blog del desarrollador de Google Tim Bray que el gigante norteamericano está trabajando en un nuevo proyecto. Así, y bajo el título de “Less Pain, More Money” (menos sufrimiento, más dinero) deja entrever la patita de por dónde podrían ir los tiros en cuanto al futuro de la privacidad de los usuarios en Google. Entre el corto texto del post, que puedes ver debajo, Tim Bray dice: “hacer login es molesto, y te ralentiza. Mi trabajo estos días consta en reducir ese contratiempo, idealmente en eliminarlo. Google realmente quiere que esto pase”.

ESET España - navegar sin logins ni passwords, nuevo proyecto de Google

Lo que sin duda puede llegar a convertirse en el paraíso para algunos (entre los que me encuentro, porque utilizo mil y un portales y servicios, cada uno con su contraseña diferente), para otros puede significar un auténtico tormento, dependiendo de cómo se plantee el proyecto. Y es que no es la primera vez que Google juega, experimentalmente, con la privacidad. Dejadme que os cuente un ejemplo…

Como probablemente sabrás, Google tiene dos herramientas que podríamos denominar parte de su “core business” o centro de su negocio: Google Adwords (sistema de publicidad online que significa un gran montante de su facturación anual) y Google Analytics (producto online ahora con parte gratuita y parte de pago que sirve para poder monitorizar la actividad de nuestra web o blog en base al tráfico). Bien. Para ambos productos, Google vende por 50 € los derechos de examen para que te certifiques en ambos productos. Para hacer el examen, online, tienes que descargar un navegador especial que, una vez instalado y con el examen cargado, no te deja navegar ni hacer ninguna otra cosa más que el examen. En este caso, y tras hacer login la primera vez, el navegador ya te reconoce.

Bien, imaginemos que los tiros pueden ir por aquí: utilizando Chrome, que para eso es de Google, sacan una nueva versión en la que haces login al empezar, y a partir de ahí puedes navegar tranquilamente, entrar a sitios a los que ahora solo accedes con registro, descargar cosas sin formularios infumables, etc… Para el usuario, un paraíso, ¡sin duda! Ir a donde quieras y como quieras, sin tener que recordar cincuenta mil passwords. Genial, ¿no? Pues… igual no tanto.

Si este fuera el movimiento estratégico de Google, sin duda conseguirían muchos usuarios para su navegador, pero pensemos que las empresas que utilizamos el método de capturar datos de usuarios lo hacemos con varios objetivos, pero primordialmente: por motivos de marketing o ventas (típico «descárgate mi versión de prueba y ya te llamaré a ver si te ha gustado») o porque realmente necesitamos los datos para activar algún servicio (como puede ser nuestro caso). Pues bien, es de suponer que las empresas estaríamos dispuestas a quitar nuestros formularios bajo esta nueva fórmula si alguien nos diese esos datos de todas maneras, porque somos muchos los que vivimos de nuestros leads. Y no os quiero ni contar la cantidad de otra gente que vive única y exclusivamente del alquiler de datos…

Siguiendo este supuesto, si yo soy un usuario que navego tranquilamente, debería saber que en algún momento, Google, o mejor dicho, Chrome, le estaría pasando los datos por detrás a ese portal que exigía registro. Por lo tanto, yo debería estar al tanto de qué se está haciendo con mis datos y mi información, ¿no creéis? Y además, tener la capacidad de elegir: ahora, cuando te encuentras con un registro, eliges si lo que quieres conseguir merece la pena como para dejar tus datos o no, y actúas en consecuencia. De la otra manera, sería Chrome el que estaría eligiendo por nosotros.

Vamos un poco más allá… Con este método nos suscribimos, sin saberlo y sin quererlo, a cualquier servicio. Y queremos darnos de baja…, ¿cómo lo hacemos? ¿Vía Chrome? ¿Con el portal directamente? Y en caso de denuncia…, ¿cómo se probaría, tal y como dice la ley española que hay que probar, que el usuario ha introducido sus datos en ese sitio y ha consentido, conscientemente, en recibir información?

Por no hablar de las connotaciones que pudiera llegar a tener desde el punto de vista de la seguridad: en este hipotético caso, con solo secuestrar la sesión del navegador y el historial cualquiera podría tener acceso a cualquier sitio en el que nosotros hubiéramos navegado. Y además, el cibercriminal podría navegar como si fuéramos nosotros…

Tendremos que esperar a que Google haga públicos sus planes concretos, para no andar especulando con el artículo del blog personal de uno de los desarrolladores. Pero últimamente, cada vez que implementan una mejora, pareciera que siempre tiene un efecto negativo en la privacidad de los usuarios. Veremos esta vez en qué resulta.

Yolanda Ruiz Hervás

¡Tretas! Se dice… ¡tretas!