Dicen los que saben de esto, y si lo dicen por algo será, que en estos días se han puesto en marcha muchísimos ordenadores nuevos. Santa Claus, el Olentzero, el Tió de Nadal, el Apalpador o muchos otros similares habrán premiado los que se hayan portado bien con un flamante ordenador nuevecito.
¿Y qué es lo primero que se hace con un ordenador nuevo al ponerlo en marcha? Evidentemente, conectarlo a Internet y publicar en las redes sociales que tenemos un PC nuevo, o empezar a navegar como locos comprobando lo bien que se ven nuestras fotos de gatitos subidas a Flickr.
Craso error, sin duda. Mucho antes de que se nos ocurra hacer nada, deberemos llevar a cabo un paso muy importante: dejar el sistema actualizado. Ese ordenador que nos han traído por navidad lleva mucho tiempo en el almacén del fabricante, y luego otro tiempo en el Polo Norte bajo la supervisión de los duendes de Papá Noel, seguro que el sistema operativo con el que fue fabricado ya se encuentra obsoleto.
La obsolescencia no debemos mirarla como si nos hubieran obsequiado con un increíble 386 con MS-DOS 4.0 (¡socorro, eso no!), sino que como recordaremos todos, los segundos martes de cada mes Microsoft publica las actualizaciones periódicas. Y no solo Microsoft, hay actualizaciones para OS X Mavericks del 16 de diciembre, Ubuntu tiene disponible versión nueva… Los sistemas operativos son dinámicos, y se desarrollan y crecen constantemente, aportando mejoras y, lo que es más importante, elevando el nivel de seguridad.
Bien, supongamos que ya hemos actualizado el sistema. ¿Y el resto de componentes? Dejar un sistema con agujeros en, por ejemplo, Java, nos puede costar un disgusto de los gordos. Las aplicaciones también deben actualizarse: numerosos códigos maliciosos y ataques se aprovechan de aplicaciones defectuosas para tener éxito a la hora de entrometerse en nuestro ordenador.
Los malos van a estar constantemente buscándonos las cosquillas, y sin duda, un ordenador sin actualizar es muy sensible. Lo mejor de todo es que no cuesta tanto reforzarlo, únicamente algo de tiempo, pero llevábamos tanto tiempo esperando a navidad que un poquito más no es tan grave, sobre todo por la gran diferencia de trabajar seguro o no poder hacerlo.