Google es el Gran Hermano que Orwell predijo, más o menos (Sr. Google, no se me enfade, ¿vale?). Todo lo ve, todo lo sabe, todo nos lo enseña. Bueno, casi todo, todavía no he dado con el teléfono de un par de actrices con las que me gustaría cenar. Tiempo al tiempo.
En muchos casos, todos queremos pasar desapercibidos, pero en otros nos gusta que nuestros compañeros del colegio nos localicen… ¿Dónde está la barrera? ¿Hasta dónde nos podemos ocultar y cómo? La respuesta no es fácil, ya que cada uno tiene su barrera personal para la intimidad, y la pone donde le da la gana.
Pero hay un caso curioso, y me ha llamado mucho la atención. Se trata de las fotografías censuradas de Google Earth o Google Maps. La primera vez que lo vimos, ¿a que buscamos rápidamente nuestra casa? Nos hizo ilusión encontrarla, seguro, pero ¿qué opinan los gobiernos de que podamos encontrar determinados sitios “importantes”?
Pues la respuesta es clara: no lo tienen nada claro. Y busquemos un ejemplo. Si hay un sitio que proteger de miradas indiscretas, debería ser la residencia del jefe de un estado; en nuestro caso sería el Palacio de La Zarzuela, en Madrid.
Pues no, Google nos ofrece una estupenda visión del palacio, sin ningún problema. Bueno, eso querrá decir que no es un sitio conflictivo, que no hay por qué esconderlo de miradas aéreas. Ellos sabrán. Sin embargo, hay otras instalaciones que sí procuran ocultar. Pero un poco…. mal.
Veamos un clarísimo ejemplo. Hay una parcela que en las fotos más recientes de Google Earth aparece evidentemente “copiada y pegada”. Bueno, es una manera de quitar lo que no interesa y no dar pistas sobre lo que hay allí. Pero eso provoca inmediatamente un “Efecto streisand”. Si vemos esa foto retocada, querremos saber más.
Si vemos las fotos antiguas de Google Earth, descubriremos que un poco antes habían intentado disimularlo aún más, directamente borrando la imagen.
Bueno, es lógico… Se trata de una instalación militar para transmisiones estratégicas. Defensa nacional, ya se sabe… Pero hombre, hazlo bien. Solamente aparece “censurado” en la mitad de las fotos, en las otras aparece con sus antenitas al aire.
Quizá otras instalaciones importantes aparecen censuradas… Pues no. Podemos ver el Palacio de la Moncloa, el Cuartel general del Ejército, el Centro Nacional de Inteligencia… Eso no llama la atención. Pero si lo tapas… Sí, sí vamos a querer saber qué hay detrás.
Pasar desapercibido es difícil en Internet, pero si proclamas a los cuatro vientos que no quieres hacerte notar, es cuando más llamarás la atención. De todos modos, si queremos pasar desapercibidos, lo mejor es usar el sentido común en Internet. Porque todos lo usamos… ¿o no?