¿Por qué ‘123456’ no debería ser la contraseña más usada?

Sí, un año más lo hemos vuelto a hacer. Los usuarios no somos nada originales. Podría decirse que somos más  bien vagos. Vagos porque no nos estrujamos mucho el cerebro elaborando una buena contraseña y porque las contraseñas más usadas en 2016 son prácticamente un calco de las de 2015 y las de 2014. Lo cual indica que a pesar de las advertencias de las compañías de seguridad… ¡seguimos sin cambiarlas!.

Y es que una cosa es que sean las más usadas y otra, que sean seguras. Desde luego, las conclusiones del estudio realizado sobre 10 millones de contraseñas -elaborado por Keeper – nos indica que no. No son nada seguras. De hecho, la contraseña más usada es… 123456. ¡Vaya alarde de imaginación! ¡Y vaya camino de rosas para los ciberdelincuentes! Nada menos que un 17% de los usuarios la usa para acceder a sus servicios online.

El top ten de las contraseñas más comunes en 2016 continúa con el ingenioso 123456789, qwerty (formado con las primeras cinco letras del teclado), 12345678, 111111, 1234567890, 1234567, password, 123123 y 987654321.

Si eres uno de los incautos que utiliza alguna de ellas, hazte un favor y cámbiala. Quizá pienses que tus datos no le interesen a nadie, pero estás muy equivocado. Con un simple ataque de fuerza bruta (con este tipo de ataque se intenta adivinar la clave probando todas las combinaciones posibles) un aficionado podría hackear tu correo.

Poco a poco los operadores web mejoran sus servicios y, por ejemplo, bloquean al usuario tras varios intentos fallidos y han de reactivar la cuenta con un captcha o mediante un correo, con lo que se evita que un ataque de fuerza bruta sea exitoso. Sin embargo, aún queda mucho por hacer, y no deberían permitir el uso de contraseñas tan simples y tan cortas.

Entonces…

¿Por qué no son seguras?

Las contraseñas que hemos visto con anterioridad no son seguras por varios motivos:

  • No son lo suficientemente largas.
  • No combinan letras y números ni tienen símbolos.
  • Tampoco aparecen mayúsculas y minúsculas.

Así que estos tres ingredientes son los que necesitas para crear una contraseña fuerte. Te explicamos cómo crear una fuerte en tan solo un minuto:

Si sigue sin convencerte lo de recordar decenas de contraseñas diferentes para cada uno de los servicios web que utilizas, puedes utilizar un gestor de contraseñas. Existen muchos pero obviamente nosotros recomendamos el gestor de contraseñas de ESET Smart Security PREMIUM.

Por último, para hacer que el acceso a tus servicios web sea aún más seguro puedes añadir una segunda barrera de seguridad. Hablamos del segundo factor de autenticación, es decir, que además del método clásico de usuario y contraseña, puedes agregar un factor adicional que aporte un grado más de seguridad al proceso de identificación.

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