De la misma forma que Pokémon Go ha revolucionado las aplicaciones de realidad aumentada, en las últimas semanas también se ha hablado bastante de otra aplicación orientada a aplicar filtros a nuestras fotografías con resultados bastante impactantes. Estamos hablando de Prisma, una aplicación disponible para Android e iOS que ha revolucionado a todos aquellos amantes de la fotografía realizada desde un dispositivo móvil.
Funcionamiento de la aplicación
Así a bote pronto puede parecer que Prisma es una aplicación que permite aplicar numerosos filtros a las fotos hechas con nuestro smartphone, algo que ya hacen bastantes otras aplicaciones o incluso se puede hacer directamente cuando publicamos nuestras fotografías en Instagram. Sin embargo, Prisma ha sorprendido por el efecto logrado con sus filtros, creando auténticas obras de arte que son compartidas por los usuarios; alguna de estas fotos tiene ya millones de likes.
Publicidad de la web de Prisma donde se anuncia el uso de «Inteligencia artificial» para aplicar los filtros
Sin embargo, esta potencia a la hora de procesar una imagen tiene truco, y es que el filtro no se aplica en nuestro terminal, sino que la foto se sube a un servidor de Prisma y es ahí donde se procesa, pudiendo después compartirla en nuestras redes sociales. Entonces, ¿a dónde va esta foto? Pues, como ya hemos dicho, la foto la subimos a un ordenador controlado por la compañía que, recordemos, tiene origen ruso.
¿Debemos alarmarnos ante este hecho? No deberíamos si se cumplieran unas políticas de privacidad mínimas pero, trabajando en el campo de la seguridad informática, tiendo a sospechar del tratamiento de información personal como, por ejemplo, nuestras fotografías, que realizan algunas empresas.
Políticas de privacidad
De la misma forma que nos hemos planteado estas cuestiones acerca de la política de privacidad aplicada por Prisma, otros investigadores como Panos Sakkos se han preguntado lo mismo. De hecho, si accedemos a la web oficial de la aplicación buscando información sobre este tema podemos leer cosas como que:
- Prisma recopila varios tipos de información entre la que se encuentra la que enviamos voluntariamente (fotos y mensajes entre el usuario y Prisma), información analítica recopilada por terceros y que almacenan información enviada por nuestro dispositivo, cookies, información almacenada en ficheros de registros con datos relacionados con nuestra navegación, identificadores de dispositivos y metadatos almacenados en las imágenes subidas.
- Prisma puede compartir información con terceros con los que forma parte de un grupo de empresas y afiliados sin solicitarnos permiso. Estos afiliados pueden contactar con los usuarios para ofrecer sus propios servicios y además obtienen datos recopilados por la aplicación como las cookies, ficheros de registros, identificadores de dispositivos o datos de ubicación. También pueden ofrecer esta información a otras empresas para que nos muestren publicidad personalizada.
- Respecto al almacenamiento de las fotografías, desde Prisma avisan que estas pueden ser almacenadas y procesadas en los Estados Unidos o en cualquier otro país en los que dispongan de sucursales. Además, indican que pueden enviar información a países con unas leyes de privacidad diferentes a las que tenemos en nuestra región. En cuanto a la seguridad, hacen responsable al usuario de contar con una contraseña segura y mantenerla a buen recaudo.
Entonces, ¿están seguras mis fotos?
Esta es una muy buena pregunta y, de hecho, el investigador Panos Sakkos se la hizo directamente a los desarrolladores obteniendo como respuesta que las fotos solo se almacenaban durante un día y estas se encontraban cifradas. Esto puede interpretarse como un mensaje tranquilizador, o no, puesto que a la pregunta sobre quién tenía acceso a la clave de cifrado de esas fotografías solo obtuvo el silencio como respuesta.
Conversación de Panos Sakkos con los responsables de Prisma acerca de la seguridad del almacenamiento de las fotos
Si nos paramos a analizar algunas de las aplicaciones móviles de más éxito hoy en día podremos ver que muchas de ellas tienen políticas de privacidad incluso más draconianas que Prisma. Sin embargo, muchas de estas aplicaciones pertenecen a la categoría de redes sociales, donde se sobreentiende que se van a compartir las imágenes de forma pública.
Lo que ya no es tan normal es que un usuario acepte que una aplicación que aplica filtros a sus fotografías necesite subirlas a un servidor ubicado en un país con diferente legislación sobre privacidad y que además recopile datos que puede compartir con terceros. Lo normal es pensar que la aplicación hace el procesado de forma local y las fotografías no salen de nuestro dispositivo pero, como acabamos de ver, no es el caso.
Muy probablemente no haya ninguna mala intención por parte de los desarrolladores de esta aplicación, pero, viendo ataques a diario a todo tipo de empresas que almacenan datos personales, el simple hecho de pensar que un atacante podría tener acceso a la gran cantidad de fotografías que reciben a diario los servidores de Prisma (incluso teniendo en cuenta su afirmación, por la que indican que se borran cada 24 horas) nos pone la piel de gallina y esperamos que estén tomando las medidas de seguridad adecuadas.
Conclusión
Como toda aplicación con la que compartamos datos personales, hemos de tener en cuenta las políticas de privacidad que se aplican. Ya hemos indicado que muchos usuarios pueden pensar que la aplicación solo funciona en local cuando no es así y eso los puede animar a aplicar filtros a fotografías comprometedoras que luego serán enviadas a un servidor ubicado en otro país con una legislación diferente.
Por eso, lo mejor es leernos detalladamente las políticas de privacidad que aplica Prisma, y solo si estamos de acuerdo con ellas, empezar a utilizar la aplicación. No solo porque sea una aplicación de moda y queramos dar un toque especial a nuestras fotos veraniegas debemos perder el control sobre ellas.