Proponen el uso de malware para proteger la propiedad intelectual

Que la protección de la propiedad intelectual es llevada a cabo con uñas y dientes por algunos países es algo conocido. Y algunos de dichos países, con EE.UU. a la cabeza, incluso anteponen el interés de grandes empresas a la privacidad de los usuarios. Es por eso que no nos sorprendemos por la noticia que conocíamos hace unos días, en la que un informe elaborado por la comisión para la lucha contra el robo de la propiedad intelectual americana sugería el uso de herramientas que bien podíamos clasificar como malware.

En este informe se sugiere que, como medida de protección para el material protegido con propiedad intelectual, se incluya la posibilidad de que se encuentre protegido por algún tipo de software que tome “ciertas medidas” contra aquellos usuarios que traten de acceder al contenido protegido sin autorización.

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Entre estas medidas encontramos  la posibilidad de que un fichero protegido de esta manera no pueda ser reproducido o ejecutado por el usuario pero además que el ordenador quede bloqueado, mostrando una serie de instrucciones para contactar con los organismos legales autorizados y así conseguir una contraseña que desbloquee nuestro equipo.

A nosotros todo esto nos recuerda a varios tipos de ransomware como el “Virus de la policía” pero asociado a empresas de gestión de derechos de autor, algo que, por otra parte, ya ha sido aprovechado por los ciberdelincuentes con anterioridad para infundir temor y conseguir que los usuarios paguen una falsa multa.

El hecho de que esta medida se está planteando siquiera y que haya salido a la luz sin ningún reparo nos debería de hacer pensar que otros mecanismo de control se están aplicando hoy en día en nuestros sistemas, de los cuales no tenemos constancia. No hace mucho provocó cierto revuelo un troyano empleado por el gobierno alemán para espiar a sus ciudadanos. El problema no es tanto que se descubriera ese troyano, sino que esta posibilidad está contemplada por la legislación de ese país.

Está claro que los gobiernos deben poder protegerse frente a ataques y las fuerzas de seguridad del Estado contar con herramientas capaces de ayudarlos en su difícil tarea de perseguir y detener a los ciberdelincuentes. El problema surge cuando se cruza esa fina línea que separa estas acciones del espionaje puro y duro, más aun cuando detrás se ocultan oscuros intereses de ciertas multinacionales y no la seguridad de la sociedad.

Es por ello que nosotros, como usuarios, debemos tomar medidas y negarnos a que nuestra privacidad sea invadida de forma flagrante y que se nos chantajee de forma descarada bloqueando nuestro equipo. Por nuestra parte da igual que el que cree un software malicioso sea un grupo de ciberdelincuentes o un gobierno. Un malware es un malware y como tal ha de ser siempre detectado.

Josep Albors

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