A todo el mundo le gusta que le regalen cosas, ya sea por su cumpleaños, alguna celebración especial o por haber resultado premiado en un sorteo. Eso lo saben bien quienes llevan años enviando avisos donde nos comunican que hemos sido agraciados con algún dispositivo de un valor considerable, aunque, tal y como han sufrido muchos usuarios en primera persona, todo termina en cobros no deseados.
Los falsos premios de Amazon
Una de las técnicas más utilizadas para conseguir nuevas víctimas consiste en suplantar a una conocida empresa como Amazon o cualquier otra marca con una buena reputación entre los usuarios. Mediante un correo electrónico o un anuncio mostrado en una web se le indica al usuario que ha ganado un premio que normalmente suele ser algún dispositivo electrónico como un televisor, ordenador o smartphone.
Los responsables de estas campañas tratan de conseguir que en todo momento su víctima piense que detrás de este premio se encuentra una empresa legítima y reconocida, y para ello no dudan en emplear su nombre, logo o colores corporativos. Llega un momento en el que, tras alguna sencilla pregunta a modo de encuesta y una selección del premio que la víctima desea recibir, se solicitan datos personales para proceder a la entrega del dispositivo.
Suele ser en este punto cuando se informa de que el envío del premio tiene un coste asociado, coste que suele ser bastante pequeño para no levantar sospechas, y también, en algunos casos, podemos ver en letra pequeña información donde se desvela que no estamos realmente ante un premio ofrecido por la empresa que pensamos, sino ante un posible caso de estafa o, como mínimo, ante una “oferta” de suscripción a servicios de dudosa utilidad.
Si el usuario no se fija en estos detalles, es posible que termine proporcionando todos los detalles solicitados, incluidos los de su tarjeta de crédito, y que empiecen a realizarse cargos a su nombre de forma periódica, momento en el que, tras no recibir el mencionado premio, se dará cuenta de que ha caído en un engaño.
Cómo actuar si hemos sido estafados
A pesar de que este tipo de campañas llevan produciéndose desde hace varios años, se siguen reportando casos de usuarios que cayeron en la trampa y ahora ven cómo, de forma periódica, se les cobra una cantidad de dinero en la tarjeta que proporcionaron cuando se les solicitó esta información como requisito para recibir el supuesto premio.
Lo ideal sería haber detectado cualquier indicio de que nos encontrábamos ante un posible engaño revisando la letra pequeña, pero no todos los usuarios son tan precavidos ni todos estos casos proporcionan esta información. En algunos casos se han observado teléfonos o direcciones de correo que se pueden utilizar para contactar con la empresa asociada con estas “promociones”, por lo que este sería el primer paso. No obstante, debemos tener en cuenta que los números de teléfono pueden pertenecer a otros países o tener una tarificación especial, y por ese motivo es preferible utilizar otros medios como el email.
También hemos visto ejemplos en los que se proporcionaba información tanto acerca de la campaña como de la empresa que la estaba promocionando. Hemos de tener en cuenta que, en muchas ocasiones, detrás de estos sorteos presentados como falsos premios se encuentran empresas que operan en una zona gris que puede ser denunciable según la legislación vigente de cada país. Por ese motivo conviene repasar los términos y condiciones y buscar qué empresa está detrás de estas campañas, así como conocer las condiciones por la que se nos aplicarán los cargos para así poder hacer la reclamación pertinente.
Sin embargo, es posible que no podamos obtener esta información de contacto debido a que la página ya no se encuentre disponible o a que no apuntáramos esos datos cuando se introdujeron los datos personales. De la misma forma, puede que la empresa no responda a nuestras peticiones de reembolso y cancelación del importe cargado hasta el momento de hacer la reclamación.
En ese caso, el siguiente paso es hablar con la entidad emisora de la tarjeta de crédito proporcionada y en la cual se están realizando los cargos. Tanto los bancos como las empresas emisoras de tarjetas disponen de seguros y procedimientos para actuar ante estas situaciones. No obstante, para poder tener garantías de éxito es importante aportar toda la información disponible, desde el correo recibido inicialmente con este supuesto premio hasta los cargos realizados hasta el momento en nuestra tarjeta y, si es posible, capturas de pantalla donde se vean los datos que se solicitaban y los términos y condiciones.
Existe la posibilidad de que, aun presentando toda la información, la entidad no se haga cargo del dinero que se nos ha cobrado. En ese caso, lo mejor sería cancelar la tarjeta de crédito asociada y presentar una denuncia ante la policía. Volvemos a hacer hincapié en la necesidad de proporcionar toda la información disponible, puesto que esto ayudará a la investigación y permitirá averiguar con mayor facilidad si nos encontramos ante un caso de estafa, por mucho que toda la campaña la haya realizado una empresa supuestamente legal.
Conclusión
Tal y como acabamos de comprobar, a día de hoy siguen produciéndose este tipo de engaños y estos, a su vez, consiguen nuevas víctimas. Por ese motivo es indispensable aprender a reconocer estas señales de alerta que nos ayudan a detectar cuándo estamos ante un posible engaño, además de contar con una solución de seguridad que nos alerte en cuanto una de estas webs se esté haciendo pasar por una web legítima para dar más veracidad a su estafa.