Los jugadores de videojuegos hace mucho que dejamos de estar encasillados en un estereotipo no muy acertado para pasar a formar parte de uno de los sectores que más crecimiento ha experimentado en los últimos años. Lamentablemente, con este aumento de la importancia del mundo gamer también hemos constatado que la ciberdelincuencia lo ha puesto como uno de sus objetivos favoritos.
Consecuencias negativas para los gamers
Al hablar de un sector que hace años que superó los ingresos combinados generados por otras industrias como el cine y la música, no es de extrañar que los delincuentes hayan aumentado el número de amenazas y ciberataques dirigidos al mundo gaming. Estos criminales saben perfectamente la gran cantidad de dinero que se mueve en esta industria y tienen a cientos de millones de posibles víctimas a las que dirigirse.
El principal problema que seguimos viendo aún a día de hoy es que muchos jugadores no son conscientes de las pérdidas que pueden sufrir como consecuencia de uno de estos ciberataques o estafas.
La pérdida más evidente sería la económica, algo común a muchos otros ejemplos de ciberamenazas dirigidas a todo tipo de sectores. No obstante, también se pude perder reputación como gamer, ya que no son pocas las plataformas y videojuegos que recompensan a los más activos o veteranos con emblemas o recompensas especiales. Por último, también es importante destacar todo el tiempo invertido en nuestros juegos favoritos y el progreso de personajes o experiencia que se perdería en caso de que alguna de las cuentas asociadas a un juego o plataforma se viera comprometida.
Algunos ejemplos de daños provocados por una amenaza dirigida al mundo gaming podrían ser:
- La pérdida total o parcial de nuestra biblioteca de juegos.
- Pérdida de progreso en juegos ya empezados o terminados.
- Utilización de nuestra cuenta de usuario para tratar de engañar a nuestros contactos suplantando nuestra identidad.
- Acceso no autorizado a las conversaciones privadas, algo que puede terminar con una extorsión a la víctima y con una pérdida de reputación dentro de la comunidad.
- Robo de datos relacionados con métodos de pago tales como nuestra tarjeta de crédito.
- Robo de contraseñas que pueden comprometer otros servicios en el caso de que se haya reutilizado.
Los ejemplos que acabamos de mencionar están basados en casos reales que han sucedido en los últimos años y que revisamos, junto con otros aspectos que pasamos a comentar a continuación, en la charla “Seguridad para gamers” que ofrecimos en el Museo del Videojuego de Ibi.
Además, con la inclusión de todo tipo de servicios online en las consolas de videojuegos y la popularización de los smartphones como plataformas de juego, estas amenazas hace tiempo que dejaron de estar relegadas al mundo del PC, por lo que todos los jugadores deben tomar medidas para evitar caer en las trampas preparadas por los delincuentes.
Ataques más frecuentes
Entre las amenazas más detectadas dirigidas a jugadores de videojuegos encontramos algunas que son comunes a otros tipos de usuarios, pero también otras más específicas. Vemos por ejemplo cómo el phishing es algo bastante frecuente, con páginas que se hacen pasar por algunas de las plataformas de distribución de videojuegos más conocidas como Steam o incluso aplicaciones para móviles que tratan de robar credenciales de acceso a redes sociales haciéndose pasar por el juego de moda.
Con respecto a las apps fraudulentas, esto es algo que está muy presente en los mercados de aplicaciones para dispositivos móviles y en sitios no oficiales. Algunos delincuentes tratan de llamar la atención promocionando apps que simulan ser el juego de moda (tenga o no versión disponible para estos dispositivos) y que al final terminan solicitando la instalación de otras apps, mostrando publicidad o instalando malware.
Sigue siendo bastante frecuente encontrarnos con aplicaciones que nos ofrecen “crackear” un juego, es decir, jugarlo sin pagar la licencia, a pesar de que ya no es raro ver importantes descuentos en juegos que han salido recientemente e incluso tenemos plataformas como la de Epic que ofrece juegos gratuitos todas las semanas que se quedan en nuestra biblioteca para siempre.
También podemos encontrarnos con aplicaciones que aseguran proporcionarnos acceso a “cheats” o trampas que permiten modificar el funcionamiento del juego, muchas veces para tener una ventaja competitiva que permita derrotar a nuestros adversarios, ya estén controlados por humanos o por la inteligencia artificial. Dentro de esta categoría también podríamos incluir a los falsos generadores de códigos o monedas virtuales que se usan para comprar complementos en los juegos, pagos que se suelen realizar a cambio de dinero real y que algunos usuarios tratan de evitar usando estos generadores para terminar siendo engañados por los delincuentes que los han desarrollado.
Las estafas también se encuentran a la orden del día dentro del mundo gamer y los delincuentes aprovechan la escasez actual de algunas consolas de nueva generación o de componentes como tarjetas gráficas para ofrecerlas como premio a cambio de los datos de las tarjetas de crédito de los incautos que caigan en esta trampa.
Tampoco podemos pasar por alto la venta de complementos como skins u objetos para nuestros personajes, con todo un mercado paralelo al oficial donde se puede comerciar e incluso especular con objetos virtuales. Los delincuentes no son ajenos a este mercado y, además de utilizarlo para vender los objetos sacados de las cuentas robadas, también se usan para tratar de engañar a jugadores que buscan alguna oferta irresistible.
Por último, tenemos las clásicas descargas infectadas que prometen ser versiones crackeadas de juegos, parches o complementos y que son usadas para infectar nuestros dispositivos con malware de todo tipo. Sin embargo, también existen amenazas dirigidas a los equipos gamers, como las dedicadas a minar criptomonedas usando el potente hardware con el que algunos usuarios cuentan en sus PC.
Filtraciones de empresas y datos de usuarios
La industria del videojuego también se ha visto afectada por incidentes relacionados con el cifrado y robo de información, información que en algunos casos también ha sido filtrada. Esto ha afectado recientemente a empresas tan potentes como Nintendo, Sony, Ubisoft, Crytek, Capcom, Electronic Arts o CD Projekt RED, entre otras.
Estas filtraciones han desvelado proyectos secretos que no vieron la luz guardados durante décadas, pero también planes de negocio para los próximos meses, además de filtrar código fuente de algunas de las franquicias más potentes de hoy en día.
Por desgracia, los datos de algunos usuarios que están registrados con servicios asociados a alguna de las empresas afectadas también se han visto comprometidos. Datos como nombres, apellidos, direcciones de email o incluso datos relacionados con métodos de pago han caído en manos de los ciberdelincuentes, que pueden aprovecharlos para lanzar ataques dirigidos a los jugadores.
Tampoco debemos olvidar un tema tan importante como es el del ciberacoso, puesto que los juegos, y más en concreto los chats de usuarios y los mensajes de voz, pueden usarse para atacar a jugadores en concreto. Este acoso puede tener graves consecuencias si la víctima no reacciona a tiempo, evita ese ambiente nocivo y deja que esos insultos y amenazas calen en ella, por lo que es importante tanto aprender a pedir ayuda cuando se necesite como saber reconocer los síntomas que presenta la víctima de ciberacoso.
Conclusión
Los jugadores de videojuegos debemos de ser conscientes de que no solo estamos en el punto de mira de los delincuentes, sino que también se desarrollan amenazas específicas dirigidas al mundo gamer. Por se motivo debemos aplicar medidas de seguridad tales como la descarga de aplicaciones desde sitios o tiendas oficiales, evitar descargar cracks, cheats o generadores de códigos, contar con una solución de seguridad en nuestro dispositivo y configurar la autenticación de doble factor para evitar el acceso no autorizado y el robo de las cuentas donde almacenamos nuestros juegos y progreso en los mismos.