A día de hoy no es extraño que los usuarios recurramos a servicios de compra/venta de artículos de segunda mano a través de Internet. De esta forma nos podemos ahorrar intermediarios, sus gastos y tratar directamente con la persona que nos quiere comprar o vender ese artículo que queremos.
Sin embargo, hay que ir con mucho ojo puesto que también acechan aquellos individuos a la caza del usuario despistado en busca de la ganga perfecta o de vender a buen precio aquello que ya no necesita.
El misterioso comprador de Costa de Marfil
En el caso que analizamos hoy nos ha sido comunicado por un usuario que, sospechando de las malas intenciones del comprador de un coche que acabada de poner a la venta en un portal de segunda mano, ha contactado con nosotros para exponer su caso y pedirnos consejo.
El motivo de su desconfianza no es otro que el correo que recibió de una supuesta entidad bancaria que haría de intermediaria entre el supuesto comprador y él como vendedor del vehículo. Veamos este correo.
Para empezar, ya es extraño que nos contacte un comprador desde fuera de España para comprar un coche de segunda mano que el vendedor valoró en 8.000€. Más extraño aún resulta que el comprador quiera quedarse el coche sin ni siquiera probarlo y que además utilice un banco de Costa de Marfil para realizar la transferencia.
Tras leer por completo el correo proporcionado por este usuario le advertimos de que se trataba de un caso de timo de escrow o del contrato fideicomiso, muy usado por estafadores en tiendas de compra/venta de segunda mano por Internet y para artículos de todo tipo, desde videoconsolas a automóviles, pasando por teléfonos móviles.
Precaución ante este tipo de estafas
Tras revisar el testimonio de este usuario y el contenido de este correo le explicamos en que consistía este tipo de estafas, indicándole que había hecho muy bien en desconfiar y dirigiéndole al Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil para que les expusiera el caso y presentase denuncia en caso de ser necesario.
Debemos tener en cuenta de que no estamos hablando de casos aislados y que este tipo de estafas son mucho más comunes de lo que nos pensamos. A veces, la necesidad o la urgencia nos pueden jugar una mala pasada a la hora de comprar o vender un artículo en portales online de segunda mano e ignoramos el sentido común que nos está diciendo que es demasiado bueno para ser verdad.
Por eso siempre recomendamos investigar un poco al posible comprador/vendedor (y desconfiar aun cuando nos envíe documentos aparentemente oficiales como el DNI), quedar para hacer el trato en mano siempre que sea posible y, siempre que se pueda, utilizar pasarelas de pago seguras que nos permitan recuperar nuestro dinero en caso de que seamos los compradores.
Estos y muchos otros consejos los podrás encontrar en nuestra guía sobre el fraude en el mercado online de segunda mano: