Ante el importante incremento del valor que han experimentado criptomonedas como el Bitcoin durante las últimas semanas, no resulta extraño ver como las estafas y amenazas relacionadas con estas criptodivisas vuelven a cobrar importancia. No es que estas amenazas hubiesen desaparecido del todo, ya que durante todo 2020 hemos seguido observando varias campañas con esta temática, pero es bastante probable que mientras se sigan observando las cotizaciones récord de las últimas semanas veamos un aumento de la actividad delictiva relacionada con el robo, estafas y minería no autorizada de criptomonedas.
Valores históricos vuelven a despertar el interés de los delincuentes
La situación que estamos viviendo actualmente recuerda mucho a la vivida en diciembre de 2017, cuando el bitcoin llegó a sobrepasar los 20.000 dólares por unidad. Sin embargo, el valor se ha disparado mucho más en esta ocasión, llegando a marcar máximos de más de 34.000 dólares en el momento de escribir este artículo.
Esto ha hecho que se incrementen algunas campañas delictivas que ya se venían observando y que aparezca alguna nueva, además de que otras amenazas tradicionales vuelvan a incluir el robo de las carteras virtuales empleadas por los usuarios para almacenar estas criptodivisas.
Además, la situación de crisis económica provocada por la pandemia de la COVID-19 hace que muchos usuarios sin experiencia se interesen por estas criptodivisas, pensando que invertir en ellas puede ser la solución en sus problemas, o incluso algunos las utilizan como un valor refugio para sus ahorros. Esto es un caldo de cultivo ideal para los delincuentes, que se aprovechan de la inexperiencia financiera de muchos usuarios y les prometen grandes beneficios con poco esfuerzo como gancho.
Arriesgadas plataformas de inversión
Una de las campañas más conocidas que trata de aprovecharse del poco conocimiento de la mayoría de usuarios sobre las criptomonedas es aquella que ofrece invertir con la promesa de ganar dinero de forma sencilla. Son correos que incluso llegan a utilizar el nombre y la imagen de famosos sin su permiso y que hemos visto cómo se han ido distribuyendo desde hace bastante tiempo.
Su finalidad es clara y no es otra que la de atraer a los usuarios a webs de inversión de alto riesgo con la promesa de que van a conseguir grandes beneficios. Durante estos últimos días hemos estado observando alguna de estas campañas que siguen el patrón habitual, enviando primero un correo con una temática que puede resultarle interesante a más de uno.
Si el usuario muerde el anzuelo, se le redirige a una web preparada con ejemplos de personas que supuestamente han ganado dinero con estas inversiones. En esta campaña en particular no vemos que se emplee la imagen de personas famosas, aunque sí que vemos imágenes de stock que se han utilizado en campañas anteriores.
Por supuesto, todos los testimonios hablan bien de la experiencia y animan a invertir en la web que se referencia en el mensaje. En este caso se trata de una web registrada con el nombre Bitcoin Era y que busca a “personas que quieran hacerse ricas”. Sin duda, un gancho muy atrayente y que puede hacer picar a más de uno, pero que, tal y como hemos comprobado en ocasiones anteriores, suele terminar con la pérdida del dinero invertido.
Al final, todo se reduce a tratar de convencer a los usuarios para que inviertan una cantidad mínima que suele rondar los 250 euros en plataformas de trading con un elevado riesgo. Es decir, que si no se tiene experiencia previa en este tipo de inversiones es muy probable que todo el dinero gastado se pierda irremediablemente y de forma muy rápida.
Otros engaños
Las estafas y amenazas relacionadas con las criptomonedas son muchas y variadas, y los delincuentes no dejan de innovar para conseguir nuevas víctimas. Un ejemplo de esto son las webs que aseguran aumentar las contribuciones de Bitcoin que se realicen, llegando a doblarlas, alegando una campaña de promoción para la adopción de las criptomonedas por el público general.
Por supuesto, esta afirmación no es más que un engaño que busca atraer nuevas víctimas, y todo aquel que caiga en la trampa y contribuya con alguna aportación puede despedirse de sus criptodivisas. No se puede decir que este tipo de estafas tengan un éxito rotundo, pero con que se hagan unas pocas aportaciones los delincuentes ya obtienen unos beneficios interesantes.
Además, debemos tener en cuenta que otras amenazas como los troyanos bancarios, tan presentes durante el pasado 2020, también pueden incluir una funcionalidad especializada en el robo de credenciales asociadas con las billeteras virtuales que los usuarios utilizan para almacenar sus criptomonedas. De esta forma, los delincuentes maximizan sus beneficios, ya que se hacen con las credenciales de acceso a la banca online y con las criptodivisas que sus víctimas pudieran tener.
Por si fuera poco, la minería no autorizada sigue produciéndose y los delincuentes no dudan en utilizar cualquier dispositivo que consigan infectar para obtener criptomonedas a costa de abusar de los recursos de los que disponen. Además, este tipo de infecciones suele tardar en ser descubierta, por lo que un dispositivo infectado puede permanecer minando para los delincuentes durante bastante tiempo.
Conclusión
Todo apunta a que mientras el valor de criptomonedas como el bitcoin se mantenga elevado, volveremos a ver un aumento en las amenazas y estafas relacionadas con esta temática, tal y como vimos hace unos años. Por ese motivo conviene permanecer precavido ante cualquier promesa de obtener un beneficio rápido con las criptodivisas y proteger nuestro sistema con una solución de seguridad que evite que los delincuentes se aprovechen de nuestros recursos para el minado no autorizado o nos roben el acceso a nuestra cartera virtual.