Actualmente uno de los mayores problemas de la seguridad informática reside en el hecho de que los usuarios no tenemos conciencia de lo que nos llevamos entre las manos, porque creemos que no nos puede pasar nada malo, hasta que… desgraciadamente nos pasa. La verdad es que puede suceder lo peor y también es verdad que se produce con más frecuencia de la que nos podemos imaginar.
Muchos por no decir casi todos los propietarios de pequeñas empresas u autónomos creen que no se tienen que preocupar de la seguridad de sus sistemas informáticos . «Si total”, piensan, » quién va a atacarme si hay otras empresas más grandes y que ganan mas». Aunque es cierto que a las pequeñas empresas no se les ataca directamente con la misma frecuencia que a las grandes, hay alguno errores en esta afirmación.
El primer motivo es que las pequeñas empresas normalmente acaban formando parte de ataques a gran escala muy genericos, es decir no son ataques centralizados contra la empresa en cuestión, tales como amenazas por infección de gusanos worms o esfuerzos por recopilar números de tarjeta de crédito mediante troyanos keyloggers.
El segundo motivo es que, debido a que la seguridad se está reforzando cada vez más en las grandes empresas, las redes de las pequeñas empresas resultan más tentadoras para los piratas informáticos.
Y el tercer motivo es que se supone que todos los ataques proceden desde exterior, cuando actualmente no es así, la fuga de información a través de dispositivos de almacenamiento tipo USB Cd etc… es cada vez mas grande, y desgraciadamente muy difícil de controlar.
Indistintamente del modo en que se haya atacado a la empresa y del motivo por el cual se ha hecho, la recuperación de dicho “desastre” normalmente conlleva la inversión de mucho tiempo y dinero. Imaginemos por un momento que nuestros sistemas informáticos no pudieran estar disponibles durante una semana. Imaginemos que perdemos la información almacenada en los equipos de nuestra empresa.
Imaginemos que nuestra “competencia” puede obtener un listado de nuestros clientes, junto con las cifras y las notas de ventas. ¿Cuánto tardaríamos en darnos cuenta? ¿Cuánto le costarían a nuestra compañía estos ataques? ¿Podríamos permitirnos estas pérdidas?.
Parece de sentido común, a que sí . ¿A que no dejaríamos la puerta de la oficina abierta por la noche? Lo mismo se aplica a la seguridad de nuestros ordenadores, por pocos que estos sean. Con unos pocos pasos y otro tanto de sentido común podemos hacer que sean mucho menos vulnerables. Desde aquí os queremos recordar que proteger vuestro negocio es mucho más sencillo de lo que se cree, la simple instalación de una suite de seguridad con un Antivirus, un cortafuegos y Sistema AntiSpam, estoy seguro que nos ahorraría más de un quebradero de cabeza.
Por supuesto que no hay modo de garantizar la seguridad total de dicha información porque al fin y al cabo el que está sentado entre el ordenador y la silla es un usuario el cual acude a su puesto de trabajo trabajo a realizar sus tareas, sin quizas tener la ninguna consciencia de lo que lleva entre manos, con sus virtudes y sobre todo con sus defectos.
R.R