Estimados amigos del Blog,
¿Alguna vez habéis escuchado que los virus los hacen las empresas de antivirus? Quizás si tienes menos de 30 no, pero seguro que si viviste la proliferación de la informática «casera» de principios de los 90, sí.
¡Qué recuerdos!. No tenía pelo en la cabeza, pero no era por la calvicie, sino por la juventud. Los ordenadores tenían ese aspecto de cosa importante, con un indicador de velocidad en Mhz para justificar más la «alta tecnología» y un botón que ponía TURBO, ¿cómo no iba a querer abrirlo para ver que hacía?
Bueno que me desvío del tema… La mayoría de los virus informáticos provenían de tu vecino de al lado. De la piratería del mano a mano, de disquete en disquete con la última versión del Wordperfect o del Banner (programa para hacer gráficos e imprimirlos en papel continuo). Algunos avanzados descargaban estos contenidos de BBS, los inicios de la WWW y la web, unos sistemas tipo teletexto para compartir información. Otros pagaban servicios conocidos como CompuServe en los que te proporcionaban las novedades del software en formato shareware o similar, con algunas limitaciones, para pagar la versión completa.
Los virus informáticos eran algo desconocido, mágico para mi. Recuerdo preguntar a mi padre si los virus informáticos podían saltar a las personas, y supongo que me dijo que no, o lo mismo me dijo que por si acaso me comiera el brócoli… (Seguro que me engañó :-)). Recuerdo «viernes 13» sin arrancar el ordenador porque en televisión aparecían noticias de peligrosos virus que rompían el ordenador si lo conectabas ese día… Ordenadores sin conexión a Internet… Quizás las empresas de antivirus aún ni existían (Por ejemplo, Eset se fundó en 1992 aunque el antivirus NOD32 existe desde 1987).
Por esa época los virus no eran más que manifestaciones creativas de sus programadores. No pretendían hacer daño, sino que más bien tenían un afán de notoriedad y «vacile» de conocimientos informáticos. Recuerda que se propagaban miles y miles de kilómetros de floppy en floppy.
Ya por esa época la cultura popular pensaba en que eran creaciones del diablo, de las multinacionales de los antivirus. Recuerdo virus como el ping pong.
Con el tiempo y la masiva conexión a Internet aparecieron otro tipo de virus, o vamos a empezar a llamarlos malware. Pongamos, por ejemplo, las famosas toolbars. ¿De verdad piensas que son los fabricantes de antivirus los responsables?. Estas barras aparte de generar molestia visual, recopilaban nuestros hábitos de navegación como hace Google ahora, pero de manera ilegal, o al menos inconsciente por parte del usuario. Otro tipo de malware aún vigente es el que se instala en el equipo y, de manera silenciosa, realiza campañas de phishing mediante envío de correo a todo el mundo. No es la empresa de antivirus la que instala estos sistemas en el equipo, son los cibercriminales los que realizan estas campañas esperando robar las credenciales de tu banco para robarte el dinero. El que dice credenciales de banco dice píldoras de V*agra que lo único que hacen es mejorarte el aliento.
Aún hay gente que, viendo la capacidad de monetizar el cibercrimen con este tipo de malware, piensa que son las empresas de antivirus las responsables. Si eres de este planeta, o si al menos eres de un planeta lejano pero lees el blog 🙂 conocerás el famoso Ransomware.
Es ese tipo de malware que secuestra tu equipo y te pide un rescate. Lo hemos visto de mil formas, como un comunicado del Rey de España, de la Policía, de la agencia de Correos, de la factura de Endesa más recientemente. Todas las predicciones afirman que es una tendencia que ha venido para quedarse, ya que proporciona suculentos beneficios a los cibercriminales.
Ya no nos enfrentamos a esa mente creativa en el sótano de su casa desarrollando código ejecutable con guiños a películas, con frases de broma, o con mensajes subliminales hacia otros grupos de hackers o apasionados por la informática, ahora nos enfrentamos a una «industria» que mueve miles de millones de euros al año, y que difícilmente vamos a erradicar.
Me animé a escribir sobre porque, aunque no lo creáis, el otro día un usuario me afirmaba que los responsables eran las empresas de antivirus y para qué pagar por software.
Espero que os haya gustado el artículo, y que a algunos os haya transportado a aquellas épocas románticas de la informática casera.
Gracias por leernos.