¿Son las redes sociales el mejor escaparate para ‘fardar’ de hijos?

Mark Zuckerberg ha dado un nuevo giro a Facebook. Parece que la compañía de Palo Alto no quiere perder el tirón de las fotos protagonizadas por nuestros pequeños. En Facebook, saben que junto a los reyes de la pista -los mininos- los niños ocupan el primer puesto en el ranking de las imágenes más subidas a las redes sociales, y eso a pesar del riesgo que entraña.

Como os decía Facebook acaba de lanzar una nueva herramienta que fomentará precisamente que los padres suban más fotografías de sus hijos menores de 13 años. He aquí una de las incongruencias de esta nueva política. De un lado, los menores no pueden contar con perfiles propios en la red social pero, sin embargo, la compañía fomenta la carga de fotografías protagonizadas por ellos con el lanzamiento de scrapbook.

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Según la red social, un 65% de los usuarios etiquetan a su pareja cada vez que suben una foto de su bebé o niño pequeño, generando así un caos a la hora de organizar álbumes. Entonces, ¿por qué no facilitarles las cosas? Con la nueva función, el menor tendrá un álbum de fotos propio en el perfil de sus padres simulando un álbum de recuerdos. Facebook sólo permitirá que los padres o una persona autorizada creen este nuevo álbum para, según comentan, proteger la privacidad. Por el momento, scrapbook sólo está disponible en Estados Unidos y en breve lo estará también en Inglaterra y paulatinamente en otras regiones del mundo.

Pero… ¿son las redes sociales el mejor escaparate?

Evidentemente, no. A todos nos hace gracia ver la carita del hijo de nuestra amiga o descubrir las travesuras de nuestros sobrinos, pero… ¿somos conscientes de que estamos exponiendo su intimidad y dejando sus fotos al alcance de casi cualquier persona? Ya se han creado líos monumentales al compartir fotos de bebés y hacerse virales sin que los padres lo quisieran. Recuerdo el caso de Julia Fierro que compartió una inocente foto de su hija en pleno enfado y acabó protagonizando un viral. En 24 horas esta madre vio como la foto de su hija era publicada por páginas de revistas para padres, por blogs y webs de memes, e incluso la compartían conocidos que no sabían que aquella niña con cara de enfadada era su hija.

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Sentido común

Como siempre la mejor recomendación es el sentido común, pero si tuviera que hacer un listado me quedaría con estas líneas básicas:

– Si hemos decidido subir fotografías de menores tenemos que tener claro que hay que privatizarlo al máximo. Nada de dejarlo abierto porque no tenemos nada que esconder.

– Además, aún tratándose de un perfil privado, deberíamos utilizar la función a través de la cual podemos seleccionar quién queremos que vea nuestras imágenes, seleccionando exclusivamente a nuestro círculo más íntimo.

– Si las fotos no son de tu hijo, si no que son del hijo de un amigo, de un sobrino etc. recuerda pedir permiso antes a sus padres. Puedes buscarte un buen problema si no lo haces.

– Bajo ningún concepto subas fotos de los niños o bebés  desnudos. Al publicar una imagen en las redes sociales perdemos el control sobre ella y nunca sabemos en manos de quién pueden acabar y lo que es peor, para qué intenciones se pueden utilizar.

– Hay que ponerse en el lugar del niño y respetar lo que a ellos pueda producirles vergüenza.

– Por último, y yendo un poco más allá, recuerda que no sólo te tiene que gustar el primer plano de la imagen, revisa también el fondo: que no se deduzca dónde vive, que no aparezca una matrícula, etc.

Espero que os hayan resultado útiles estos consejos pero sobre todo que si te decides a utilizar scrapbook… ¡los pongas en práctica!

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