En la situación económica actual, no es de extrañar que los creadores de códigos maliciosos y spammers se aprovechen de la necesidad de la gente para intentar conseguir sus objetivos. Ejemplo de ello es un correo spam que venimos recibiendo de forma insistente en las últimas horas y que dice así:
Nótese la pobre redacción del mensaje que, aunque aparente provenir de una empresa seria, comete multitud de fallos de sintaxis en la redacción del mismo. A pesar de ello, lo que realmente llama la atención de los receptores de este mensaje y provoca que algunos usuarios caigan en su engaño, es la posibilidad de ganar dinero fácilmente trabajando desde casa.
Pero, ¿Qué se esconde detrás de esta (y muchos otros correos que recibimos a diario con temática similar) suculenta oferta de empleo?. Aparentemente todo son beneficios.
Nosotros recibimos en nuestra cuenta bancaria un ingreso de la empresa que nos ha contratado y realizamos una transferencia al número de cuenta que nos indiquen, quedándonos a cambio una comisión. Hasta ahí todo parece normal pero las cosas se tuercen cuando las autoridades se presentan en nuestro domicilio para acusarnos de delitos de robo mediante técnicas de phising. Es entonces cuando nos daríamos cuenta de que hemos sido usados por los cibercriminales que roban datos bancarios para hacer de intermediarios en la transferencia de dinero desde la cuenta robada a la suya.
Obviamente, este paso intermedio se realiza para evitar ser rastreados y sean los muleros (como se conocen a las personas que realizan estas transferencias) los que terminen pagando las consecuencias de las actividades criminales de otros.
Así pues, lo mejor en estos casos es desconfiar de este tipo de ofertas, ya vengan por correo electrónico o desde webs, y advertir a nuestros conocidos para que no sean víctimas del engaño y paguen por los delitos cometidos por otras personas.
Josep Albors