Las vacaciones son sinónimo de descanso, desplazamientos y desconexión… al menos en teoría. En la práctica, el móvil sigue siendo protagonista: fotos, mapas, redes sociales, reservas, pagos. Y cuanto más usamos el dispositivo, más expuesto queda a posibles amenazas. Entre ellas, el secuestro o acceso remoto no autorizado, una situación que puede pasar desapercibida hasta que es demasiado tarde.
Desde ESET, compañía líder en ciberseguridad, advierten que el verano es una de las épocas del año en que más se relajan los hábitos digitales, y por tanto, uno de los momentos de mayor riesgo. Detectar a tiempo una señal de alerta y saber cómo reaccionar puede evitar consecuencias mayores.
“Durante las vacaciones utilizamos el móvil de forma más intensa, a menudo desde redes públicas, y sin las precauciones que solemos tener en el entorno laboral o doméstico. Por eso es importante preparar el dispositivo antes de salir y, sobre todo, saber qué hacer si notamos algo raro”, explica Josep Albors, director de investigación y concienciación de ESET España.
Síntomas que deben ponerte en alerta
Aunque no siempre hay señales evidentes, algunos indicios pueden revelar que el móvil ha sido intervenido por terceros:
- La batería se agota con rapidez sin haber cambiado los hábitos de uso.
- El dispositivo se calienta incluso cuando no está en funcionamiento.
- Aparecen aplicaciones que no se han instalado manualmente.
- Se reciben notificaciones de acceso desde ubicaciones desconocidas.
- El navegador muestra ventanas emergentes, publicidad invasiva o redirecciones extrañas.
Estos síntomas, especialmente si se dan de forma simultánea, pueden indicar que el terminal ha sido comprometido. En ese caso, actuar rápido es clave.
Qué hacer si sospechas que te han hackeado el móvil
Ante la sospecha de un posible acceso no autorizado, ESET recomienda aplicar las siguientes medidas de forma inmediata:
- Cortar la conexión a Internet, desactivando los datos móviles y el Wi-Fi. Esto impide que el atacante siga interactuando con el dispositivo.
- Reiniciar el móvil en modo seguro, lo que evita que se ejecuten aplicaciones de terceros al encenderlo. En Android se accede desde el botón de apagado mientras que en iOS, se recomienda activar el modo avión mientras se valoran los siguientes pasos.
- Cambiar todas las contraseñas desde otro dispositivo de confianza, empezando por las más críticas: correo electrónico, redes sociales, banca online y servicios en la nube. Es importante revisar que la autenticación en dos pasos esté activada en todas las cuentas que lo permitan.
- Hacer una copia de seguridad de los archivos esenciales y restablecer el dispositivo a sus valores de fábrica, lo que garantiza la eliminación de cualquier aplicación maliciosa o configuración manipulada.
- Contactar con el operador móvil, que puede bloquear la tarjeta SIM o detectar actividad sospechosa. Si ha habido acceso a cuentas bancarias o uso fraudulento de datos personales, también conviene presentar una denuncia ante la Policía Nacional o Guardia Civil, lo cual puede hacerse online en algunos casos.
Cómo evitar un hackeo en tus próximas vacaciones
ESET recuerda que muchos ataques aprovechan errores de comportamiento muy comunes durante el verano. Para reducir el riesgo, basta con mantener algunas precauciones básicas:
- No conectarse a redes Wi-Fi públicas sin protección o sin usar una VPN.
- No instalar aplicaciones fuera de las tiendas oficiales.
- No pulsar sobre enlaces dudosos, aunque parezcan venir de contactos conocidos.
- Activar el cifrado del dispositivo y mantener el sistema operativo actualizado.
“Relajarse no significa bajar la guardia digital. Si nos roban el acceso al móvil durante las vacaciones, no solo perdemos datos. También perdemos seguridad, privacidad y tranquilidad. Saber cómo actuar y estar preparados puede marcar la diferencia”, concluye Albors.