Esta semana, los millones de usuarios que tiene WhatsApp en todo el mundo han recibido una noticia que, no por esperada, deja de tener menos impacto. Este servicio está dejando de cobrar la renovación anual a sus usuarios, por lo que pasa a ser completamente gratuita.
Esta buena noticia viene en forma de mensaje de la propia aplicación y nos indica que se nos ha concedido una cuenta de por vida. Actualmente, este mensaje lleva unos días apareciendo de forma progresiva en los dispositivos de los usuarios de WhatsApp de todo el mundo, y es de esperar que no tarde mucho en ser mostrado a todos los usuarios de la aplicación.
La verdad es que poca gente conozco que haya pagado por usar WhatsApp. Yo mismo, pese a usarlo durante más de cuatro años, solo he pagado una vez por la renovación de esta aplicación. Eso no significa que la cuota anual no se cobrara, tan solo que los propietarios de la aplicación no eran tan estrictos como otros y muchas veces prolongaban el periodo de uso durante varios meses.
Si nos ha aparecido el mensaje anterior y accedemos a la información de pago de nuestra cuenta de WhatsApp veremos como la caducidad ha pasado a ser “De por vida”.
Un cambio esperado
Desde que WhatsApp fuera adquirido por Facebook en octubre de 2014 por la increíble cantidad de 21.800 millones de dólares, todo el mundo ha especulado con las posibles vías en las que Facebook piensa recuperar esta inversión. Estaba claro que cobrar una cuota no era viable, ya que además podría hacer que los usuarios migrasen a otras plataformas como Telegram o Line.
Facebook no compró WhatsApp con la esperanza de ganar dinero cobrando a sus usuarios por usar su aplicación, de eso podemos estar seguros. Es muy probable que la idea de Facebook vaya mucho más allá.
Tan solo tenemos que pararnos a pensar qué dato personal es obligatorio para poder usar esta aplicación y veremos por dónde van los tiros. Efectivamente: nuestro número de teléfono es un dato muy interesante para una empresa como Facebook, el cual muchos usuarios aún se niegan a publicar en sus perfiles en la famosa red social.
Información privada y publicidad
Con la compra de WhatsApp, Facebook consiguió de golpe los números teléfono de cientos de millones de usuarios, cantidad que no ha parado de crecer desde entonces. ¿Y qué piensa hacer con esos datos? De cara a los usuarios puede aparentar que no esté haciendo nada con esa información, pero podemos estar seguros de que un gigante como Facebook tiene planes más que interesantes para sacar un provecho económico de esa información.
Según explican en el blog oficial de WhatsApp, sus actuales administradores se dieron cuenta de que muchos usuarios dejaban de usar la aplicación cuando se les pedía el pago por ello. No era tanto por la cantidad insignificante solicitada, sino por la necesidad de usar una tarjeta de crédito, débito, cuenta de PayPal o similar. Si tenemos en cuenta que muchos de los usuarios de la aplicación son adolescentes e incluso niños, es lógico que Facebook decida eliminar esta barrera que podría suponerle la pérdida de usuarios, especialmente de aquellos que han crecido usando esta aplicación y que pueden convertirse en usuarios fieles en el futuro.
Otro de los puntos que quedan en el aire es saber cómo WhatsApp piensa rentabilizar su aplicación ahora que ha dejado de cobrar por ella. Según ese mismo post, se anuncia que se van a empezar a realizar pruebas con herramientas que permitirán a los usuarios comunicarse con las empresas de su elección. Aparentemente y según los ejemplos que comentan, puede ser un canal de comunicación adicional (y por el cual pagarían las empresas) para ponerse en contacto con servicios de todo tipo como bancos o aerolíneas, algo que podría complementar a los emails y mensajes SMS que ya se vienen utilizando desde hace tiempo.
Pero a nosotros nos interesa especialmente la frase que afirma que WhatsApp seguirá ofreciendo un servicio libre de spam y de publicidad por parte de terceros. Nos gustaría creer que eso seguirá siendo así, pero varios usuarios nos hemos encontrado con mensajes más que sospechosos al ir a escribir algo y equivocarnos al hacerlo. Veamos un ejemplo:
Si nos fijamos en la imagen vemos como, en algunas ocasiones, al escribir por error un punto en lugar de un espacio WhatsApp interpreta que estamos nombrando una URL, busca si se encuentra a la venta y nos ofrece la posibilidad de adquirirlo. Aunque es más que probable que se trate de la inclusión de rich snippets que muestren una versión resumida de la web a la que apunta el enlace (tal y como realiza Telegram), desconocemos porqué en las pruebas que hemos realizado solo funcionaba cuando escribíamos la URL de un registrador de dominios y no el de otras webs.
Conclusión
El cambio que acaba de realizar WhatsApp busca afianciar su posición dominante en el mercado y eliminar prácticamente el único motivo que un usuario medio podría tener para cambiarse de aplicación de mensajería. Está claro que una aplicación con ese nivel de usuarios tiene que sacar un beneficio de alguna parte y todo apunta a que nuestros datos y la publicidad van a ser esos beneficios (tal y como ya sucede con Facebook).
Tampoco podemos culpar a las empresas por poder ganar dinero con esa información; al fin y al cabo, todos hemos aceptado los términos y condiciones del servicio al empezar a usar este tipo de servicios (otra cosa es que alguien se haya leído esas condiciones). En definitiva, deberíamos quedarnos con la idea de que cuando no pagamos por un producto, nosotros somos el producto.