En un escenario global cada vez más interconectado, las posibles interferencias en las señales GPS emergen como una amenaza significativa que plantea riesgos tanto para la seguridad aérea como para la integridad de los sistemas tecnológicos. ¿Quién sería responsable si un avión fuera engañado para volar hacia una zona de guerra? Esta pregunta cobra relevancia en medio de señales emergentes de interferencia en el Medio Oriente, donde las tensiones geopolíticas ya están en juego.
La posibilidad de que un GPS hackeado pueda enviar a un avión de pasajeros a una zona de conflicto plantea muchas problemáticas y sugiere una preocupante perspectiva de que esta técnica puede convertirse en una herramienta crucial en guerras proxy. Aunque los aviones cuentan con varios sistemas de respaldo, como la guía por radar, la atención del piloto se convierte en un factor crucial para evitar desvíos no deseados.
Bajo esta perspectiva, ESET, compañía líder en ciberseguridad, destaca que la facilidad de adquirir o construir inhibidores de GPS implica en una, cada vez mayor, necesidad de implementar medidas de seguridad adicionales. “Las señales GNSS/GPS, dependientes de estaciones receptoras sensibles, pueden ser interferidas por dispositivos asequibles, lo que plantea riesgos potenciales para aeronaves y tecnologías basadas en GPS”, declara Josep Albors, director de investigación y concienciación de ESET España. “Aunque se reconoce la disponibilidad y el desarrollo de la tecnología de interferencia, la falta de sistemas de respaldo robustos en sistemas críticos, como la gestión del tráfico y la seguridad pública, plantea una amenaza considerable. La prisa por llegar al mercado a menudo supera las consideraciones de seguridad, lo que sugiere un panorama donde la proliferación de estas amenazas podría aumentar”, añade.
En este contexto, la posibilidad de interferir con aeronaves o vehículos terrestres ficticios, como enjambres de vehículos autónomos, resalta la necesidad urgente de implementar medidas de seguridad más avanzadas. ESET advierte que la incorporación de sistemas de navegación de respaldo se vuelve imperativa para garantizar la integridad y la seguridad de estos sistemas críticos hoy en día.
Aunque la detección de una estación base de interferencia podría alertar sobre posibles amenazas, la posibilidad de mantener un inhibidor encendido solo el tiempo suficiente para lograr un efecto sugiere la necesidad de una mayor vigilancia y protección, según la compañía de ciberseguridad. “En un mundo donde las tecnologías avanzan rápidamente, la seguridad debe ser prioritaria desde la fase de diseño de todo tipo de dispositivos y sistemas para contrarrestar los crecientes riesgos cibernéticos”, concluye Albors.
Mientras la tecnología avanza, ESET reitera que es esencial reconocer la importancia de la seguridad y adoptar medidas proactivas para mitigar las amenazas emergentes, incluso en situaciones tan cotidianas como el uso del GPS en vehículos. La conciencia y la acción colectiva son cruciales para enfrentar estos desafíos y garantizar un entorno global más seguro y resiliente.
Cameron Camp. Accede al post en inglés aquí.